Raquel Sánchez Silva tiene la conciencia muy tranquila con respecto a lo que sucedió la trágica noche del 30 de mayo de 2013, hace ya nueve años, cuando a la mañana siguiente fue encontrado el cadáver del cámara Mario Biondo, marido de Raquel. La justicia española determinó que su muerte fue un suicidio, pero la familia de Mario Biondo nunca se lo creyó por lo que denunció el caso ante la justicia italiana, país de origen de Biondo. Nueve años después, la justicia italiana decidió cerrar el caso dándoles la razón a la familia: Mario Biondo fue asesinado por unos desconocidos.
Seguramente, el dictamen de la justicia italiana le habrá removido por dentro a Raquel Sánchez Silva. Demasiados recuerdos, muy duros, de los que Raquel trata de evadirse para poder rehacer su vida, algo que ha conseguido al lado de su pareja, Matías Dumont, y sus dos hijos, los gemelos Mateo y Bruno, de seis años.
Con ellos, Raquel Sánchez Silva se ha marchado de vacaciones a Mallorca, donde ella y Matías pueden disfrutar del mar, su afición favorita. A Raquel le encanta practicar buceo con botellas y a Matías hacer windsurf y katesurf.
"Este año hemos decidido dejar que nos cuiden porque, a veces, esa es la única forma de descansar. Me han dicho que son las mejores vacaciones familiares y deportivas de Pollença, en Mallorca. Os iré contando! La verdad es que tenemos las dos cosas que más necesitamos para disfrutar: viento y mar. Viento para el Kite y el Wind y unas playas impresionantes e inmersiones marinas alucinantes. Y además, la sierra y la montaña. Felices vacaciones a todos!", ha escrito Raquel en sus redes.
Raquel y Matías han elegido un lujoso hotel-spa situado en la bahía de Pollença, al norte de la isla, en primera línea de mar y al pie de la Serra de Tramuntana. Cuenta con una zona solo para adultos, tranquila e íntima, y otra zona más familiar, con villas a un precio muy razonable, unos 160 euros por noche.
La presentadora, que se ha quedado sin su 'Maestros de la costura' tras la cancelación del programa por parte de TVE, es una apasionada del buceo, aunque se muestra muy pesimista ante el cada vez más lamentable estado de nuestros mares. "Muy pronto compartiré unas fotos espectaculares bajo el mar pero vaya por delante este saludo a mi lugar favorito del mundo. He confesado muchas veces que bajo el mar encuentro la paz y la calma aunque, en estos buceos nuevos advierto más cosas. Temperaturas más altas, mucha más basura… Nuestros mares desfallecen. Están agotados. Y el Mediterráneo, nuestra alma marina, se muere".