Raquel Mosquera cumplió finalmente con lo pactado y regreso al 'Deluxe', aunque con unas semanas de retraso causado por el inesperado ingreso de la peluquera en la unidad de psiquiatría del hospital Puerta del Hierro. Después de aquel programa en el que arremetió duramente contra Rocío Carrasco tras haber permanecido callada durante 15 años, Raquel sufrió un brote psicótico por haber dejado de tomarse la medicación. Pero lo prometido es deuda y Raquel Mosquera llegó dispuesta a decir toda la verdad y nada más que la verdad. Mal que le pese a Rocío Carrasco, sin duda, la más perjudicada con las declaraciones de la peluquera, seguida a corta distancia por su marido, Fidel Albiac.
En esta nueva intervención televisiva, Raquel se reiteró en lo dicho semanas atrás. "No tengo miedo a nada ni a nadie", dijo. Y dejó unos cuantos titulares.
"Para mí era indignante que dos personas que no puedo nombrar no estuvieran en la boda, y ver eso, hizo que se me revolviera por dentro todo lo que llevaba 15 años callando. Estoy segura que Pedro Carrasco estará muy orgullosa de lo que estoy haciendo. Después de todo aquello, me puse a buscar documentación, de todo, y estaba muy nerviosa. Fue mi familia la que me aconsejó que me ingresara y así lo hice".
Raquel confirmó que llevaba un tiempo sin tomarse la medicación."Deje de tomarla estando embarazada de Romi, no quería que el niño me saliera mal, y por mi cuenta dejé de tomar la medicación. Y lo fui dejando y se me juntó con esto. Estuve casi dos años sin tomar la medicación. Claro que me riñeron. Ahora me estoy medicando, es normal, como cualquier enfermedad que se tiene que tratar. Pero con todo lo que me ha pasado, aquí estoy. Y estoy fuerte".
La peluquera mostró su decisión de enterrar el hacha de guerra, siempre y cuando Rocío Carrasco cambiase e actitud. "Si Rocío me pide perdón, en privado, por algunas cosas de su padre. Si ella me pide perdón, primero a su padre, y a mí, en privado, y a aquellas personas que no me dejáis nombrar; si volviese a tener confianza, si se reconciliase con sus hijos, no volvería a hablar más de ella. Y me encantaría volver a tener confianza de ella de corazón, como una hermana".
Raquel contó el episodio más doloroso: cuando Pedro Carrasco y su hija Rocío discutieron y a los pocos días, Pedro falleció. "He visto llorar a Pedro por las discusiones de mi hija. El último día que se vieron tuvieron la discusión más grande. Espero no llorar a la hora de contarlo. Pedro y Rocío se vieron una noche, llevaban meses sin hablarse porque él no tragaba a Fidel. Fuimos a casa de Rocío y en el jardín estaban todas las luces apagadas. Les llevamos los regalos de Reyes a los niños, estaba oscuro, se cayó y no encendieron las luces y nadie salió a ayudarlo. Después de la conversación que tuvieron, que eso no lo cuento, terminó así: Pedro estaba negro y Fidel callado, escuchando. Coge Rocío, de pie y con los brazos en jarras, y le dice a su padre: "Por que yo, todo lo que tengo es gracias a este señor". Y señaló a Fidel, "No le debo nada ni a mi madre ni a ti", dijo Rocío. Yo no soy médico, pero esa noche a Pedro se le partió el corazón y me dijo "a esta hija de puta no la volveré a ver nunca más". Eso me lo he callado 15 años y ahora, Rocío, demándame si quieres. A los pocos días mi marido falleció. Por eso digo que si le pide perdón a su padre porque lo de esa noche lo tengo grabado aquí".
"Creo que Pedro falleció por esa discusión. Y los psicólogos lo saben. Después de esa discusión, Pedro se pasaba las noches fumando tres cajetillas diarias mirando al cielo".
"Quienes están cerca de Rocío deberían aconsejarla de que lo más grande en la vida, si eres madre, son tus hijos".
Pese a todo, Raquel confesó que le gustaría reconciliarse con Rocío Carrasco. "Me gustaría, lo primero, que ella se reconciliase con sus hijos. Y luego, que me pidiese perdón, en privado, primero a su padre y luego a mí. Si fuera así, tendría en mí a una hermana. La vida da muchas vueltas y, ojalá ese que tiene el lado le dure toda la vida porque si no se va a encontrar muy sola".