Raquel Mosquera ha visitado esta tarde Viva la Vida para ser entrevistada por Toñi Moreno. Se ha mostrado ilusionada y no ha dudado en hablar de lo enamorada que está de su pareja Isi, además de deshacerse en halagos varias veces por sus dos hijos.
“Tengo que estar muy agradecida por el cariño que recibo de todo el mundo”, ha explicado. Y es que aunque ahora se encuentra en un momento feliz, también han habido baches que la han llevado a hablar de su enfermedad. “Yo presumo de ir al psicólogo o al psiquiatra. Soy una mujer frágil pero a la vez muy fuerte”.
Tras unos cuantos intentos, Toñi le ha preguntado por los planes de boda, a lo que Mosquera ha confesado que ya había habido pedida de mano. "Será por la Iglesia, me lo pidió hace mucho pero queremos tomarnos nuestro tiempo".
Sin embargo, la cosa ha empezado a torcerse cuando la entrevistadora ha querido recordar el momento en el que Ortega Cano hablaba sobre el distanciamiento de Rocío Carrasco con su familia. Raquel ha dado la razón a Cano y ha explicado que Rocío empezó por ella y que cree que Fidel Albiac tiene parte de culpa. “Rocío dejo de hablarme cuando se repartió la herencia de su padre”.
Mas tarde, sentada junto a los colaboradores, Raquel ha contado cómo se repartió el testamento de Pedro Carrasco, alegando que sufría una depresión y que la engañaron. Ha sido entonces cuando la colaboradora Paloma García Pelayo le ha dicho que cree que ya lleva tiempo vendiendo su victimismo y que por sus fuentes sabe que más tarde había reclamado judicialmente su parte del testamento.
Raquel ha explotado: “Déjame terminar y te vas a quedar tú cortada. Voy a decir una cosa que no he dicho hasta ahora. Al año y pico yo recibía a altas horas de la mañana llamadas diciendo que me largara de la casa porque me iban a matar”. Y ha añadido que lo que hizo no fue revocar la herencia, fue negociar su salida de los tres años que le correspondía quedarse en la casa. La colaboradora, mucho más calmada que ella, le ha respondido que no había quedado clara su versión.
Toñi terminaba la disputa explicando a Raquel que no puede consentir que alguien diga que sus colaboradores mienten y la ha invitado a venir otro día con el documento en el que se muestra su versión de los hechos. Con esta confesión, la historia de Mosquera ha tomado, sin duda, un nuevo rumbo que dará mucho de que hablar.