Mientras Alba Carrillo causaba sensación con su tratamiento 'Efecto Kardashian' para reafirmar los glúteos, Raquel Bollo no ha querido ser menos y también ha pasado por la clínica de estética. Pero para someterse al 'retoque' de moda.
Para la colaboradora de 'Sálvame' el verano es, como para la mayoría de mortales, sinónimo de descanso, de relajarse en chiringuitos o darse refrescantes chapuzones en las playas de Cádiz junto a su novio. Pero también la ocasión perfecta para solucionar algún problema físico localizado con el que no acaba de estar cómoda.
La Bollo ha sido tentada por la criolipolisis, una técnica que permite eliminar grasa y cambiar la silueta a golpe de frío, como su nombre sugiere. Y, como atractivo, no necesita cirugía. Este tratamiento somete a zonas localizadas del cuerpo a bajísimas temperaturas, de hasta -8º, causando la llamada apoptosis o eliminación de las células de grasa, favoreciendo el contorno del cuerpo. Suele ser un proceso que puede llegar a durar unas tres sesiones y las zonas más comunes para aplicarla son muslos, caderas, abdomen, brazos, flancos, papada y glúteos.
Al ser una técnica indolora y nada agresiva (pueden aparecer algunos hematomas por la presión de la succión), la persona que se lo realiza puede volver a sus rutinas inmediatamente.
Raquel Bollo aparece en su última publicación de Instagram después de haberse sometido al tratamiento, pero con un mono amplio de tirantes, sugiriendo que la zona en la que podría haber probado la criolipolisis estaría situada en el tronco y las extremidades inferiores.