Rania de Jordania aparecía públicamente el pasado miércoles para recibir a Victoria de Suecia y a su marido, el príncipe Daniel. La nueva imagen de la esposa del rey Abdalá II causaba una gran sorpresa. El cambio que presentaba su rostro evidenciaba que Rania había pasado por quirófano para hacerse algún retoque.
Aunque, no es la primera vez que la reina se somete a una operación de estética, el resultado poco natural que ha obtenido en esta ocasión no ha pasado nada desapercibido. ¿Se le ha ido de las manos el retoque? Muchos opinan que sí. Y es que Rania parece una persona totalmente distinta.
La esposa del rey Abdalá II apareció en la recepción de la princesa Victoria de Suecia y del príncipe Daniel con los labio más hinchados. Además, los ojos de Rania eran mucho más pequeños y sus pómulos estaban más marcados que en otras ocasiones. Anteriormente la princesa ya se había retocado la nariz.
El bisturí, los hilos tensores y el botox son algunos de los recursos a los que Rania de Jordania, que tiene 48 años, ha recurrido en sus diferentes retoques estéticos. En 1991, un año antes de su boda con en rey Abdalá II, se sometió a una rinoplastia. Rania trabajó mientras estudiaba en la American University de El Cairo para costearse la operación.