Hace tan solo unos días que el bailaor Rafael Amargo (49 años) salía de prisión tras ser absuelto por la Fiscalía de los delitos que se le imputaban. El granadino ha querido conceder una entrevista al programa ‘¡De viernes!’ donde ha contado el calvario por el que tuvo que pasar durante cinco meses que son los que ha permanecido ingresado en prisión y privado de la libertad. Sin embargo, saca una conclusión positiva de todo esto y es que ha salido completamente limpio de las drogas.
A Amargo se le cayó el mundo encima cuando se produjo el momento de la detención. Pedían 9 años de cárcel para él, ya que lo acusaban presuntamente de la venta de estupefacientes en su domicilio, ya que según lo publicado había mucho trasiego en su edificio. Sin embargo, cuando hicieron los registros no encontraron las cantidades de sustancias ilegales que en un principio parecía haber según las escuchas realizadas, las cuales finalmente fueron anuladas.
Rafael Amargo relata sus meses más duros tras su ingreso en prisión
El bailaor ha querido explicar algunos de los entresijos del proceso de su detención, el cual en un principio no pareció entender pensando que se debía por no haber ido a firmar una vez al mes, tal y como había acordado con el juez por su puesta en libertad. No obstante, Rafael se ha centrado en contar cómo fueron sus primeras impresiones tras entrar en prisión, un momento que no sabía dónde meterse.
“La primera noche no entiendes nada. Hay una habitación, 4 seres y cada uno hablando en un idioma. Preguntas por qué está cada uno aquí”, comienza explicando. Además, relata los motivos por los que sus compañeros estaban en la cárcel, cada uno de ellos por un motivo distinto, algo que le sorprendió, ya que pensaba que estarían agrupados más o menos por delitos. “Lo que ves en la tele que parece que es ficción es real”, añade sobrecogido.
Además, él no pensaba permanecer en ese lugar mucho tiempo, ya que pensaba que lo llevaría a otro módulo. “Yo pensaba que me iban a llevar a un módulo de respeto pero te meten en un módulo masivo. Cuando entras tienes que estar a lo que estás”, cuenta. Sin embargo, esto no fue lo peor que tuvo que pasar en estos primeros compases privado de la libertad, ya que su día a día no fue para nada fácil.
Los problemas de Rafael Amargo en la cárcel
Amargo ha explicado que en su estancia en la cárcel tuvo algunos conflictos, destacando sobre todo con una funcionaria. “Tuve algunos conflictos con algunos funcionarios. Una mujer me maltrató, me dijo cosas muy feas. No tendrían que tener a esta persona allí trabajando”, explica. De este modo, no tuvo buena experiencia con el trato recibido y ello le llevó a tomar determinadas decisiones, como la huelga de hambre que inició estando allí interno.
“Yo me puse en huelga de hambre porque no entendía nada. Estuve firme, 11 días hasta que alguien dijo que me podía pasar algo”, relata. De este modo, hablaba de ese temor que tuvieron por no acceder a sus peticiones de poder cambiarlo de módulo, ya que él quería reinsertarse y poder estar con Proyecto Hombre por el tema de sus adicciones, tal y como él mismo ha confesado durante su entrevista.
“Entendí que había otra cárcel, la del Proyecto Hombre que es el módulo de reinserción”, dice. Por ello, quiso estar ahí para sacar algo positivo de ello. “Inteligentemente pensándolo, la cárcel me ha venido bien para terminar con determinadas cosas. Hay personas que les viene bien pasar por esta lección de la vida”, revela de manera muy seria. Así destaca la importante reflexión que ha obtenido durante su estancia en prisión, ya que ha podido salir de allí totalmente limpio.
Rafael Amargo defiende la reacción de su padre ante la prensa
El padre del bailaor copó grandes titulares cuando fue preguntado a pie de calle por el ingreso en prisión de su hijo. Su reacción fue muy comentada, ya que realizó algunos aspavientos que esta noche el bailaor ha querido explicar con todo lujo de detalles. “Mi padre ante todo es un padre de un hijo que está sufriendo y que lo defiende a capa y espada”, cuenta sobre la defensa a ultranza de su padre.
“Es una persona muy educada que tiene mucha paciencia pero que en un momento dado la puede perder”, proseguía explicando sobre ese momento en concreto. “Venía el hombre de darse la quimioterapia, metiéndole el micro y por eso saltó”, argumenta. De este modo, Rafael ha querido contar el mal momento en el que se encontraba su padre cuando la prensa le preguntó, ya que considera que no era el momento adecuado para las preguntas.