En esta edición de ‘Supervivientes’ los acontecimientos se están precipitando. Los concursantes aún no han cumplido una semana en el paraíso (o en el infierno, según se mire) y ya han regalado momentazos que normalmente se dan a las semanas, como las grandes broncas o los cambios drásticos de look. Bigote Arrocet ha optado por lo segundo.
Casi sin relacionarse con nadie, manteniendo las distancias con sus compañeros y sin integrarse en las labores de equipo, Bigote tiene mucho tiempo libre en la isla. Así que ha debido pensar que a lo mejor, cambiando de look cambiaba de actitud, por lo que se ha deshecho de lo que recibe su nombre artístico: el bigote. A partir de ahora será Edmundo a secas. El novio de María Teresa se presenta ante sus compañeros renovado por fuera, y, esperemos, también por dentro.
Arrocet lo tiene todo planeado, no olvidemos que no es su primera aventura naufraga, pues ya concursó años atrás en ‘La isla de los famosos’. Su idea inicial es dejarse crecer la barba al parejo, partiendo desde cero al no tener bigote. Bárbara su estrategia. Ahora ya solo le queda lo más fácil: pensar cómo ganar el concurso.
Y mientras unos se dedican a sacarse de quicio, poner a parir a sus compañeros, pescar, traicionarse y demás, Edmundo se centra en lucir lo mejor ante las cámaras. Ya lo advirtió su pareja, él es muy coqueto, y si le gusta mimar al máximo su dieta y su apariencia, no podía ir como un ‘robinson’ cualquiera con la barba desigual. Superviviente sí, pero no superdesaliñado.