Mientras estáis leyendo este artículo es probable que Sara Verdasco y Juan Carmona estén ya saliendo de la iglesia de Boadilla del Monte, la localidad en las afueras de Madrid que han elegido los contrayentes para prometerse amor eterno.
¿Y en qué va a consistir este deseado y mediático enlace? A continuación te lo contamos.
La hermana del tenista Fernando Verdasco y el hijo del ex Ketama, Juan José Carmona, se han casado esta tarde antes más de 300 invitados en una boda religiosa. La novia ha contado con los consejos de la estilista Ana Antic para completar su vestido de la colección primavera-verano 2017 de Rosa Clará que ha lucido hoy. Antic ha sido la elegida para asesorar también al resto de mujeres de la familia Verdasco.
Para organizar un evento tan importante y de estas características, Sara no ha estado sola y ha recibido la ayuda Simoneta Gómez-Acebo y Piedi-Aguirre. El clasicismo y las tradiciones han marcado el diseño de la jornada nupcial. Desde los complementos de la novia, hasta la elección de los padrinos y los testigos.
Como mandan los cánones, la cuñada de Ana Boyer ha llevado algo nuevo y ha confiado para el detalle azul en la joyería Suárez. El rol de padrinos de boda ha recaído en José Verdasco, padre de Sara, y en Carmen Reyes, madre de Juan. Y, como no podía ser de otra manera, el tenista y la hija de Isabel Preysler se han reservado un papel también destacado y han ejercido de testigos.
Precisamente por el papel determinante que han jugado, Ana Boyer se ha asegurado ir perfecta, confiando su 'look' en la estilista Cristina Reyes.
Pero pasemos a lo que puede hundir o dejar el mejor recuerdo en una boda: el banquete nupcial. Aquí los novios iban sobre seguro, pues lo van a celebrar en el famoso restaurante de La Cañada, fundado por Agustín Verdasco, abuelo de la novia. Todo queda en familia. El convite, donde no hay duda de que el arte irá brotando de la rama de los Carmona, consta de un coctel de bienvenida y tres platos. El deseo expreso de los novios es que la fiesta se alargue hasta altas horas de la mañana, por eso se han asegurado que el fin de fiesta lo marquen unos sencillos pero deliciosos churros con chocolate.
Sara Verdasco y su cuñada compartían estas instantáneas donde recogían las últimas horas de soltera de la protagonista de la jornada. Unos momentos ideales de relax rodeada de sus familiares y amigos para pasar los nervios previos a su gran día. Aunque la gran pregunta que flota en el ambiente es: ¿animará esta boda a Fernando Verdasco y a Ana Boyer a pasar por el altar?