"La prueba de que Rocío Crusset se come patatas con huevos como si el mundo se fuera a acabar", ha escrito Carlos Herrera en Twitter acompañando una imagen en la que la modelo está a punto de meterse entre pecho y espalda un par de huevos fritos y una montaña de patatas.
Y es que las críticas a la delgadez de la hija de Carlos Herrera y Mariló Montero son continuas. Ella asegura, y nosotros la creemos, que es su naturaleza. Así lo escribió hace unas semanas, cuando saltó toda la polémica: "Cuidándome, como veis, no paso hambre. Os recomiendo (con todo el buen rollo) que antes de calificarme como una persona insana, penséis un poquito. Pero solo un poquito eh, que no se necesita una ingenieria para hacerlo. Es tan ofensivo meterse con una persona delgada como meterse con alguien con sobrepeso. Lo digo tanto por mi como por lo que veo día tras día. Estoy sana, me cuido, hago ejercicio, tengo curvas, estoy delgada y sobre todo me como los huevos con patatas doblaos. Que tengáis un buen día!!! Yo me voy a comer😊"
La imagen que desató la polémica fue un 'selfie' que Rocío publicó y en el que, ciertamente, se la veía extremadamente delgada, lo que levantó todo tipo de suspicacias, con comentarios como el siguiente: "Esta delgadez no es opción para el modelaje! Aparte de la anorexia que pueda producir este tipo de fotos, también incentivarnos a las marcas a crear las tallas más pequeñas". O también: "No criticamos su cuerpo ni su constitución sino que esas piernas se vean bien. No se ven bien y hacer creer a las chicas jóvenes que eso es un modelo lleva a problemas psicológicos muy graves. Conozco la enfermedad muy de cerca y me da rabia que seais tantas las que no entendéis la preocupación de las que criticamos la apología de la delgadez extrema".
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Una foto publicada por Rocio Crusset (@rociocrusset) el