¿Qué queda de la familia Pantoja en ‘Mi Gitana’?

Dentro de unos días será derruida, pero ¿qué queda ahora mismo en ‘Mi Gitana’, el que fuera nidito de amor de Isabel Pantoja y Julián Muñoz en Marbella? Recuerdos familiares prácticamente borrados de los que aún quedan algunos rastros que actualmente se pueden encontrar en la casa de La Pera. Botellas de vino sin abrir, olvidadas en la bodega, una pecera sin agua, una caja fuerte reventada y lo más emotivo de todo, dibujos hechos por Isa Pantoja cuando solo era una niña.

Paloma García Pelayo, en el ‘Programa de Ana Rosa’, ha descubierto algunos de los enseres familiares que se vendrán abajo con el derrumbe de la casa. El actual propietario,  un empresario británico, que la ha adquirido por dos millones de euros, no quiere respetar nada de la construcción original por lo que ha pedido que se eche abajo el chalet y se construya entero a su gusto.

En pocos días no que dará nada del periodo “dientes, dientes”, que el propio Julián ha reconocido esta semana a ‘Espejo Público’ fue una época de altivez constante. “Yo era el alcalde de la ciudad de Marbella, el novio de una cantante famosa y me creía un escalón por encima de Dios".

De todos los (pocos) objetos que quedan en ‘Mi Gitana’, si los más emotivos eran los dibujos de la Isa niña, el más enigmático de todos es esa caja fuerte reventada. Surgen muchas preguntas derivadas de ella, ¿qué guardaban en ella? ¿joyas, documentos importantes? Demasiados interrogantes…

Paloma asegura que “todo ha sido arrancado”, azulejos, maderas, mobiliario… una casa en la que la pareja volcó todos sus deseos y en la que no faltaba ninguna de las comodidades, piscina, jardín, un apartamento diferenciado y hasta un estudio de grabación, del que, por cierto, solo quedan los baldosines.