Los niños son verdaderamente imprevisibles, a menudo no sabes con qué te van a sorprender, qué te preguntarán, ¿tendrás la respuesta? Esto ocurre cuando rondan entre los 5 y los 8 años, y 6 años son los que tiene el protagonista de esta historia que se ha hecho viral en Twitter.
En el mundo de la enseñanza, a veces los profesores y maestros se encuentran con respuestas inesperadas que les desafían y les dejan sin palabras, sin saber cómo actuar. Una anécdota reciente lo demuestra: un profesor le pidió a sus alumnos que escribieran cinco nombres de colores como parte de una tarea sencilla de clase. Sin embargo, lo que uno de los niños escribió en su respuesta dejó al profesor completamente perplejo. La respuesta inesperada del niño no solo mostró su creatividad, sino también su capacidad para pensar fuera de los límites.
El maestro compartió la respuesta del pequeño en redes sociales y, junto a la imagen, escribió:
"Después de casi 20 años de docencia sigo teniendo dudas a la hora de rubricar este tipo de respuesta. ¿Qué pensáis?"
El alumno respondió a la pregunta "Escribe 5 nombres de colores" escribiendo, literalmente, los nombres de persona África, Martín, Álvaro y Marta con colores.
La inocencia del pequeño y la pregunta del maestro ha causado furor en las redes sociales y se han visto comentarios y opiniones de todo tipo. El debate es: ¿debe corregir la respuesta como errónea o aceptar la literalidad del niño y aprobarla por su capacidad creativa y de imaginación? ¡Veamos algunas respuestas!
Muchos de los usuarios de Twitter opinan que se trata de un error de comprensión lectora. Sin embargo, otros muchos coinciden en que el error no está en la respuesta, el fallo está en la pregunta del maestro que, dicen, está mal formulada. Debería haber sido algo así como: “escribe el nombre de 5 colores”.
Eso sí, entre tanta opinión y críticas nos hemos encontrado con algunos comentarios en los que se recuerdan situaciones similares que son divertidas como poco. Un usuario (@DanielhrCuentos) responde al maestro explicando esta anécdota:
¡Qué grande! Yo con cinco años tuve que hacer un ejercicio cuyo enunciado era un escueto "Dibuja papas" (de patatas, el tubérculo, vamos). Pues bien, como todavía no dominaba las tildes, acabé dibujando un montón de señores calvos con bigote y corbata porque había leído "papás".
Sin duda, esta historia es un recordatorio de cómo los niños, con su imaginación y perspectivas únicas, pueden sorprendernos y enseñarnos lecciones valiosas. Además, es un ejemplo de cómo debemos abrirnos a pensar de manera distinta, incluso si eso significa considerar respuestas que no sean las habituales. En este caso, la respuesta del niño, aunque no sea la más común, demuestra su capacidad para pensar fuera de los límites establecidos. Y tú, ¿qué piensas?