“Una gran noche, de las más especiales de que pueda haber”. Joaquín Torres (52 años), como manda la tradición, no ha madrugado demasiado en la mañana después de su boda. El arquitecto reaparecía a través de su perfil de instagram para pronunciar sus primeras palabras ya como hombre casado. Como no podía ser de otra forma, Torres ha desvelado algunos detalles de su gran día. En especial, el magnífico salón donde celebraron el banquete y por qué se hizo la disposición de las mesas de esta forma tan particular.
“Diseñamos una única mesa serpenteante, para evitar distinciones, todos los invitados estaban en la mesa de los novios”, apunta Torres en esta mañana postboda. Y es que, sin duda, el resultado fue impresionante. Un sinfín de mesas en forma de serpiente que rodeaban todo el salón y con la iluminación de decenas de velas. Un lugar mágico en el que Raúl Prieto (47 años) y él recibieron a sus invitados ya después de haber formalizado su relación. “Una iluminación básica para iluminar la histórica arquitectura del patio, y solo con velas en las mesas. Más de 4800 velas iluminaron centenares de metros lineales de mesa”.
Ya habíamos podido echar un vistazo al salón gracias a alguno de los invitados al evento pero ahora el arquitecto ha querido ofrecer la explicación más técnica de todo. Ni un detalle se le ha escapado a Joaquín Torres. Las mesas no eran muy anchas para facilitar la conversación entre los comensales. Todo pensando para hacer de la velada no solo una noche especial, sino una ocasión en la que los presentes se sintiesen lo más cómodos posibles.
Joaquín Torres, muy agradecido por todo
“Gracias a todos por vuestro cariño, por compartir lo que he querido compartir con vosotros, vuestros comentarios”. Joaquín Torres no se ha pronunciado todavía acerca de lo que ha supuesto su boda con Raúl Prieto para él. El arquitecto está muy agradecido a sus invitados por haber estado a su lado y por todos los comentarios de cariño que ha recibido. No eran pocos los invitados que confesaban la enorme emoción que sentían por acudir a la boda, por acompañar a los novios en un día tan especial.
Sí lo había hecho la mañana de la boda, después de haber arrancado las celebraciones con una preboda junto a sus amigos y familiares. “La noche de ayer fue un sueño hecho realidad”, afirmaba el arquitecto. “Vi disfrutar a Raúl de su gente, de la mía, de la nuestra. Vi cómo mi pequeño universo era pura armonía, todo encajaba. Mi familia, la suya, sus amigos, los míos…”. Joaquín dedicaba una especial atención a Belén Esteban, y su lección de generosidad. “Dejó muy claro en nuestro pequeño gran mundo su inmenso amor por Raúl y por lo tanto, por mí”.
“La familia de Raúl que ya es la mía, se fusionaron con ese universo de un modo tan natural que solo puede emocionar”, terminaba Torres. “Gracias a todos y cada uno de los asistentes por hacer de ayer ese día sonado para Raúl y para mí”.
El día más feliz para Raúl Prieto
Por su parte, Raúl Prieto también rompía su silencio después de la preboda este pasado jueves. El director de televisión compartía una imagen junto a su entonces futuro marido y escribía: “La noche de mi vida. Inolvidable. Gracias a todos por hacerlo todo tan especial. Gracias a mi amor. Al amor de mi vida”. Cada vez que tanto uno como el otro se refieren a su pareja siempre hablar del amor de su vida. Y es que la relación entre Torres y Prieto está ya más que consolidada. Han sido más de seis años de complicidad, lucha y mucho amor.
Más discreto en cuanto a sus manifestaciones, Raúl Prieto se mantenía más al largo durante las semanas previas a la boda. El trabajo de dejar todos los detalles listos recaía en Joaquín Torres. El arquitecto se esforzaba al máximo para hacer de este 19 de mayo el mejor día de sus vidas y, por lo que parece, lo ha conseguido.