La primera reacción de Raquel Bollo al nuevo embarazo de su hija Alma

Aunque la noticia salía a la luz hace algunos días, no fue hasta ayer, con motivo del Día de San Valentín, cuando Alma Bollo (24 años) confirmaba lo que era un secreto a voces: está embarazada de su segundo hijo. Aunque tal y como contó Miguel Frigenti, no ha sido un bebé buscado, tanto ella como su chico están muy ilusionados. Sin duda, el broche de oro a una discreta historia de amor. 

Cumpliendo el deseo de su novio de no aparecer frente a la cámara, Alma Bollo ha dado la buena nueva a sus seguidores a través de un tierno vídeo en el que aparece con su hija Jimena, de cinco años. "Un nuevo San Valentín y esta vez, cargadito de amor. Aumentamos la familia", escribía la influencer con ilusión. 

Las reacciones a la gran noticia no se hacían esperar. Una de las primeras ha sido la de su madre, Raquel Bollo, quien no ha hecho más que dar la enhorabuena a su hija por la gran familia que ha formado. "Felicidades pequeña, la familia que estáis creando aumenta y yo feliz por ti, por la persona con la que caminas de la mano y sobre todo por mi princesa", expresaba la diseñadora,

Cabe recordar que cuando Alma le comunicó que estaba embarazada de su primer hijo con solo 18 años, la reacción de Raquel no fue la mejor. "Me dio tanta pena que solo lloraba. Me quedé en shock, lo viví con mucha pena y rabia. No es nada malo pero es una complicación en su vida que no tenía necesidad de vivirla tan joven", confesó la diseñadora en un vídeo de 'Mtmad'. Hoy, parece que las cosas han cambiado y Raquel ha recibido la noticia con mucha ilusión de ver que volverá a ser abuela en poco más de seis meses. 

Alma Bollo ya presume de figura premamá

Aunque la joven influencer no ha dado detalles de su próxima maternidad, lo cierto es que ya presume de incipiente barriguita lo que nos lleva a pensar que ya se encuentra en el segundo trimestre de gestación. Lo que es un absoluto misterio es si lo que está esperando es niño o niña. 

En el vídeo, Alma se mira al espejo mientras acaricia con ternura a la nueva vida que está creciendo en su interior.