Hasta ahora parece como si a Íñigo Onieva se le hubiera tragado la tierra. Mientras que unas informaciones apuntan a que seguiría encerrado en el piso que compartía con Tamara Falcó en el centro de Madrid, otras aseguran que se trasladó sin ser visto a la casa de uno de sus amigos más íntimos, pero lo cierto es que no existe ninguna prueba gráfica que lo confirme. "Destrozado, avergonzado y muy arrepentido", así se encontraría el empresario después de que saliera a la luz su traición y el posterior engaño a Tamara Falcó solo un día después de anunciar su compromiso.

Aunque Íñigo Onieva confiaba en recuperar el amor de Tamara Falcó cuando las aguas se calmaran, una reconciliación que para la marquesa de Griñón es "imposible".