Ya es oficial. Belén Esteban y Miguel Marcos se convertirán en marido y mujer. A sus 44 años, la colaboradora anuncia que volverá a dar el 'sí, quiero'. Belén ya contrajo matrimonio por primera vez hace diez años, el 27 de junio de 2008, con Fran Álvarez.
En su momento, la boda de Belén y Fran fue de lo más mediática, tanto por la cantidad de rostros conocidos que no quisieron perderse el enlace, como por la atracción que ejerce por sí misma la colaboradora de 'Sálvame'. El enlace tuvo lugar en la ermita de San Antonio del Palacio de Negralejo, en Madrid, ante la atenta mirada de nada más y nada menos que 450 invitados. Entre ellos, además de los familiares de la pareja, se encontraban compañeras de trabajo de Belén Esteban como Lydia Lozano o Chelo García Cortés, entre otros periodistas y colaboradores. Tampoco quiso perderse el evento uno de lo exnovios de Belén, Óscar Lozano, que llegó con un llamativo traje de piloto. La duda es si acudirá también a la segunda boda de su ex... y cómo irá vestido esta vez, si es que acude.
En aquella época, Belén Estebanaseguraba que había sido el día más feliz de su vida. Sin embargo, no estuvo exento de polémica... Y es que ninguna conocida firma de ropa nupcial quiso vestirla para un día tan especial. Finalmente, la colaboradora tuvo que acudir al Corte Inglés para conseguir su deseado vestido de novia, que acabó siendo un precioso vestido palabra de honor de seda natural.
Pero la gran protagonista del enlace fue su hija, Andrea Janeiro, que a sus nueve años fue la encargada de llevarle las arras. Unas arras que además tenían un significado de lo más especial: habían pertenecido a una víctima del 11-M cuya madre quiso que fueran para Belén Esteban. Un detalle muy emotivo que puso la guinda del pastel a un día que, en aquel momento, fue maravilloso para Belén. Aquel fue un matrimonio lleno de altibajos y acabó en una traumática separación cuatro años después. Por suerte, de todo aquello solo queda para la 'princesa del pueblo' un recuerdo borroso, secundario, que se hace cada vez más pequeño y lejano a cada momento que se acerca el gran día con el que celebrará su amor con Miguel.