Gabriela Arrocet (50 años) llegó pisando fuerte a Honduras y no solo por la guerra que tenía en el exterior con familia Campos, sino que parecía llevar a la isla un soplo de aire fresco y de energía a los concursantes tras el abandono repentino de Patricia Donoso. Pero en estos primeros compases, la chilena ha sufrido en sus carnes lo que es la supervivencia.
Los inicios son complicados en todos los sentidos y aspectos pero no debió pensar eso la hija de Bigote Arrocet, ya que tanto antes de saltar del helicóptero como al llegar a tierra firme y conocer a sus compañeros, la nueva participante se mostraba exaltada y con muchas ganas de llegar lejos en el reality, además de intentar demostrar que ‘Supervivientes 2023’ no se ha equivocado al contar con ella para esta aventura.
Tras la tormenta, el llanto
Ya sabemos de otras ediciones que las primeras grandes tormentas, traen consigo un sinfín de bajones, de intentos de abandono y de momentos de desconsuelo para los participantes. Año tras año se comenta lo duro que es, a pesar de que todos los años comprobamos la dureza de las lluvias caribeñas, unidas a la falta de hambre entre otras muchas cosas.
En apenas tres días, la hija del ex de María Teresa Campos ya ha sufrido las consecuencias de la climatología y es que desde que aterrizó en los Cayos Cochinos las tormentas no han cesado. De hecho, Gabriela afirma que “no me imaginaba una tormenta tan dura como la que pasé”, rompiéndose a llorar al terminar la frase y no poder aguantar más el sufrimiento.
“Es muy fuerte todo, demasiado malo todo”
También sabemos que llegar más tarde a un concurso te da cierta desventaja a priori, aunque luego no sea del todo cierto e incluso hemos visto ganadores de realities que no entraron de primeras. Asimismo, en este tipo de aventuras es muy importante tener una buena convivencia y no solo por las nominaciones, sino también por lo mal que se pasa y la ayuda que trae el compartir momentos de todo tipo con otros compañeros.
Gabriela ha encajado a la perfección en el grupo en el que se encuentra o, al menos, eso es lo parece tras el visionado de las imágenes donde el llanto se apodera de ella. “Es muy fuerte todo, demasiado malo todo. Lo único bueno son ustedes”, refiriéndose a sus propios compañeros. “Son muy fuertes, mucho más de lo que pensaba”, añadía la hija del humorista.
Palabras de aliento
Adara intenta tranquilizarla sosteniéndola y diciéndole que “al principio todos hemos pasado por lo mismo”, para que no se venga abajo y sea consciente de que esos días pasaran y llegará el sol a la playa para disfrutarlo y aunque no sea un resort, como la ex azafata señala, tampoco se está tan mal allí.
Otros compañeros como Ginés y Arelys también muestran su apoyo a la recién incorporada y la animan a su adaptación en los próximos días. De todos modos, Gabriela tendrá en su mente aquello de: después de la tempestad, siempre llega la calma. Y cuando ésta llegue, seguro que veremos a una Gabriela mucho más fuerte y mucho más guerrera, dando que hablar y convirtiéndose en uno de los platos principales de ‘Supervivientes 2023’.