La pobre Meghan Markle está teniendo un inicio de matrimonio casi tan movidito como el final de su soltería. Y es que la nueva duquesa de Sussex sigue acumulando detractores por culpa de su pasado y sí, lamentablemente, por el color de su piel. Parece increíble que a estas alturas algunos se permitan el lujo de seguir haciendo este tipo de comentarios, pero es lo que hay.
Después de todo el drama familiar que acompañó los días previos a su boda con el príncipe Harry en Windsor, ahora se enfrenta a los comentarios rancios y machistas de algunos sectores de la prensa y de las casas reales de otros países.
El último en criticar su enlace ha sido el pretendiente al trono de Portugal, Don Duarte, duque de Braganza (que sería rey de nuestro país vecino si no se hubiera convertido en una República hace décadas). Y ya que estaba, también ha aprovechado para arremeter contra todo el pueblo británico.
"Creo que la boda ha sido positiva para el Reino Unido. Pero si uno habla con los ingleses, que nunca han destacado por su tolerancia, uno se da cuenta de que están en shock porque Harry se ha casado con una americana, medio africana (...) Es obvio que Isabel II y su marido están en shock con el hecho de que su nieto se case con una divorciada con una historia de vida complicada. Pero lo aceptan. ¿Por qué? Porque es culturalmente (aceptable) en nuestra época", ha dicho sin ningún tipo de pudor.
Por si fuera con sus palabras racistas y machistas, también ha decidido meterse con la supuesta diferencia cultural de la pareja. Ha dicho que él preferiría que sus hijos "se casen con alguien de su mismo entorno cultural y espiritual (...) para que pueda ser un matrimonio equilibrado".