Lo tenía todo preparado. El traje escogido, los zapatos y la camisa. A Antonio Banderas, presentador y director de estos Premios Goya, le comían los nervios, como es normal. Tenía por delante dar forma y voz a una de las galas más complicadas de la historia de estos galardones, así que es lógico que el malagueño estuviera como un flan, hasta el punto de cambiar de look en el último momento…
Cuando desfiló por la alfombra roja, llamó poderosamente la atención que Antonio Banderas luciera una camiseta negra de cuello pico con su esmoquin. Muchos pensaron que el actor deseaba poner una nota de sport, algo más atrevida en un estilismo tan clásico, pero los tiros no iban por ahí. La decisión obedecía a otros criterios estilísticos, tal y como el intérprete confesaba a Carlos del Amor instantes antes de que diera comienzo la gala. "Me he peleado con la camisa que me iba a poner”, decía con naturalidad, “así que he decido salir con una camiseta”. Y tan ricamente. Se acabó el drama. Antonio es un hombre resolutivo y, cuando se le presenta un problema, él sale airoso. Airoso y en camiseta.
A pesar de no estar conforme con el look que había escogido de camisa y esmoquin, cuando ha tocado subirse al escenario del Teatro Soho Caixabank de Málaga, sí que le hemos visto desprenderse de la prenda de algodón, que ha cambiado por una original camisa con cuello mao y con hilo plateado, añadiendo un pequeño detalle de fantasía a la sobriedad de los estilismos escogidos para la gala más seria los Goya que se recuerda.