Rocío Carrasco ya ha superado el ecuador de Rocío: contar la verdad para seguir viva. En el episodio 10, titulado 'Vibro', la hija de Rocío Carrasco detalla con profunda pena cómo cambió su vida después de que Rocío Flores abandonara la casa familiar tras la brutal paliza que le propinó. La mujer de Fidel Albiac ha confesado que, al igual que pasó con su hija, también empezó a notar un cambio extraño en la actitud de su hijo David. Además no se ha escondido a la hora de destapar las artimañas de su exmarido para alejarle de su lado.
"David empieza a cambiar a partir de que su hermana no está ya en la casa", ha revelado Rocío Carrasco dejando constancia de que Antonio David estaba intentando por todos los medios poner a su hijo en su contra. La ausencia de Rocío Flores marcó un antes y un después en el pequeño de la casa y la presentadora no estaba dispuesta a hacer frente a otro tormento.
Además, Rocío Carrasco no se ha podido resistir y ha recordado cómo era de verdad David Flores: "Él tenía pasión con su madre, su abuela, pasión con Fidel, él tenía devoción con María Teresa y Terelu es que moría, ya no sé desgraciadamente", ha continuado asegurando que su hijo era una persona muy tierna y que con el clan Campos sentía especial debilidad.
"Muy cariñoso, muy familiar, en el colegio lo quería todo el mundo. Tenía amigos de todas las edades, los profesores morían con él, es cariñoso, zalamero, muy gracioso y ha sido siempre un niño bondadoso, piadoso. En eso estoy muy orgullosa de él si conseguí instaurar ciertos valores que yo consideraba que si no eran importantes al menos imprescindibles", ha rematado Carrasco orgullosa de la educación que le ha dado a David.