¿Por qué Paz Padilla no se comerá las uvas viendo a sus compañeros?

A pesar de que Telecinco ha elegido a los colaboradores de Sálvame para dar la entrada en el año nuevo, la presentadora no les verá

Paz Padilla

En casa de Paz Padilla se celebra la Nochevieja por todo lo alto. Ella y su familia mantienen un montón de rituales de lo más divertidos, que la tendrán alejada del televisor. Este año los colaboradores de ‘Sálvame’ darán las uvas con una espectadora menos.

Cada año, Paz reúne a los suyos en una gran fiesta. Ella prefiere pasar la noche con amigos, hermanos, su madre, su marido y su hija antes que delante de una cámara. Ya lo vivió hace años celebrando la entrada al año nuevo en Canal Sur y no desea repetir experiencia, pero se alegra de que a sus compañeros le hayan dado la oportunidad, pues considera que se lo merecen, “ellos son el motor de las tardes de Telecinco”, contó hace unos días a Fórmula TV. Pero que no cuenten con ella a la hora ni de dar los cuartos ni de comérselos con la tele, ella estará en casa, presumiblemente en Can Miquelet, la masía que tiene en alquiler para grupos, disfrutando de una fiesta por todo lo alto.

El año pasado, Paz celebró una fiesta en la que se juntaron más de 20 personas. Cada Nochevieja la celebran en torno a una temática, el 31 de diciembre pasado tocó Disney y todos se disfrazaron de personajes de la mayor factoría de sueños.

Cuando llegan las 12 de la noche, uno de los integrantes de la fiesta es el encargado de ‘dar las uvas’, así lo explicaba su hija Anna. “Nunca vemos la televisión porque un año nos equivocamos. Y ahí decidimos que nunca más las veríamos retransmitidas. Entonces, siempre hacemos un sorteo y a las dos personas que les toca las tienen que dar como si fuera la televisión”. Después, toca tirar de ingenio: uno se pone con una campana y va tocándola hasta llegar a doce.

Y aún quedan los rituales más divertidos. Para asegurarse que sus deseos se cumplan lo que hacen es escribirlos en un papel, ponerlos sobre una bandeja con dulces y alimentos no perecederos, encender una vela, irse a cruce (con unas maletas si uno además desea viajar), “y allí brindamos y todos los deseos escritos los tiramos al cruce con los ojos cerrados”, contaba Anna en un vídeo colgado en su canal de YouTube hace un año.