El político Gabriel Rufián se casa con su novia tras la carta desgarradora de su exmujer

La vida familiar de Rufián dio un giro radical sin que nadie pudiera imaginarlo. En el Instagram de Mireia Varela, su ex esposa, era habitual ver a la familia en paz y armonía dedicándose palabras de amor y compartiendo momentos de ocio junto al pequeño de ambos, Biel. El divorcio de Gabriel Rufián y Mireia Varela supuso un punto de inflexión para ambos, si bien ella continúa hundida el dirigente está de nuevo ilusionado y a punto de empezar una nueva vida con su nueva pareja.

"He despedido 2019 llorando sabiendo que ya no podré recuperarle. Lloro en este 2020 por perder al amor de mi vida, al que escogí como padre de mi hijo, a mi mejor amigo, a mi apoyo incondicional, a mi alma gemela (...), a mi sueño de familia ideal. No he perdido a una persona en mi vida, he perdido parte de mí misma en él", ha escrito Mireia, rota, un año después de su separación, en un post con el que ha roto su silencio en Instagram.

 Y es que para la madre del hijo del diputado: "Hay cosas que el tiempo no puede curar, ni ocultar, ni cicatrizar. Hay heridas eternas. Hay amores que no mueren".

“Le lloré todos los días, tardes y noches”, ha confesado ahora Mireia en su desgarradora publicación, que ha dejado a todos atónitos por su crudeza y sinceridad y porque llega un año después de la ruptura.

“Le supliqué mil perdones y deseé cada hora su vuelta. Centenares de noches en vela. Sufrimiento inconmensurable. Aislamiento del mundo. Dolor a la gente que me rodeaba. Incomprensión del prójimo, terapias y medicación. Discusiones sin fin. Dolor, dolor y más dolor”, prosigue...

-> Podrás leer el reportaje al completo en tu revista Lecturas.

Después de que Lecturas haya publicado en exclusiva que Rufián se casa con su novia Marta, Mireia ha reaccionado de manera sutil a través de las redes sociales. La periodista ha dejado de seguir a su 'ex' en Instagram y ha puesto en su biografía que se encuentra "buscando trabajo", además de compartir su correo electrónico. Un claro gesto de que su intención principal, una vez rota cualquier posibilidad de retomar su relación, es la de tomar las riendas de su vida y continuar adelante.