Los planes de Miguel Frigenti y Cristina Porta nada más salir de 'Secret Story'

La unión inquebrantable entre Miguel Frigenti y Cristina Porta se podría extender a nivel profesional fuera de la casa de los secretos

Rebe avatar
Rebeca Alonso

Redactora digital de Lecturas

Miguel Frigenti y Cristina Porta
Instagram @miguelfrigenti

Miguel Frigenti y Cristina Porta congeniaron desde el primer momento y su amistad parece a prueba de bombas. Ambos se han catapultado como los malos malísimos de esta primera edición de 'Secret Story' aunque por el momento cuentan con el apoyo incondicional del público.

A lo largo de los días, la unión entre ellos se hace más inquebrantable, tanto que ya están pensando en cómo cambiarán sus vidas con su salida del concurso y los planes más inmediatos que pretenden llevar a cabo. Era Miguel Frigenti quien le proponía a Cristina montar una empresa. La periodista escuchaba atentamente a su amigo y la idea no le parecía nada descabellada. Además, en un alarde de sinceridad, la joven le contaba a su compañero que ella se considera una mujer muy "válida" a la que nunca le faltará el trabajo.

La trayectoria de Cristina Porta siempre ha estado ligada a la pequeña pantalla pero este paso al frente con su participación en 'Secret Story' podría ser el empujón definitivo para emprender por su cuenta. Luca Onestini les escuchaba y no podía evitar romper a reír con la idea de sus amigos, para el italiano, esta hipotética unión empresarial sería un fracaso absoluto.

Miguel Frigenti y Cristina Porta
Instagram @cristiporta

La casa de los secretos dividida en dos

A penas llevados dos semanas de concurso y la casa está que arde. Ya no hay vuelta atrás, Miguel Frigenti, Cristina Porta y Luca Onestini van por un lado, y el resto por otro. El trío es consciente que cada semana van a salir nominados pero no piensan ceder en lo que para ellos está mal. Lejos de lo que se podía pensar, Sofía Cristo, Fiama y Cynthia se han acercado a la periodista deportiva y es que bajo su punto de vista su amistad con Frigenti le hace más mal que bien.