No todos los invitados a la boda de Raúl Prieto y Joaquín Torres han tenido tanta suerte. Después de dos días de celebraciones que empezaron el pasado viernes con la preboda a orillas del Guadalquivir, muchos de los asistentes al enlace tuvieron que hacer las maletas para retomar sus rutinas. Es el caso, sin ir más lejos, de Emma García. La presentadora debía ponerse al frente de 'Fiesta', el programa que conduce cada fin de semana, y no tenía tiempo que perder. Otros, con menos obligaciones, sí han podido aprovechar los días en Sevilla. Belén Esteban (49 años) se organizaba un plan postboda más tranquilo pero igual de divertido.
La colaboradora, acompañada de un grupo de amigas, salía a las calles de Sevilla para tomar algo y comentar todo lo ocurrido. ¿Hay algún plan mejor para después de una boda? Han sido muchos los detalles que ha dejado el enlace entre Raúl Prieto y Joaquín Torres. Desde el estilismo de los y las invitadas hasta las canciones, los bailes o el menú de la boda. Una celebración por todo lo alto de la que los novios salían más que felices. ¿Cómo se lo habrá pasado Belén? La colaboradora, como no, acabó siendo el alma de la fiesta.
El plan post-boda de Belén Esteban en Sevilla
Belén Esteban, antes de entrar a la ceremonia en la que se casaban Raúl Prieto y Joaquín Torres, ya dejaba claro que se lo iba a bailar todo. Después de haber pasado una época complicada tras el accidente que sufrió en 'Sálvame', Belén ya es otra. La colaboradora tuvo que estar meses inmovilizada para curar la fractura que sufrió en la pierna. Un tiempo que se le hizo largo y duro. Pero todo pasa. Ahora, ya recuperada pero sin poder forzar la pierna más de la cuenta, Belén renace. La colaboradora, de hecho, llevaba en todo momento sus zapatillas encima para poder cambiarse y no padecer más de la cuenta.
Ahora, ya terminada la boda, ya casados sus amigos, la de Paracuellos ha querido aprovechar un poco el viaje. Sin obligaciones profesionales hasta la semana entrante, Belén ha salido a continuar celebrando el amor. Acompañada de un grupo de amigas y, suponemos, invitadas a la boda, la colaboradora no duda en proclamar que son lo mejor de Sevilla. Un aperitivo para poder comentar todo lo que ocurrió en la gran noche de Prieto y Torres. Una celebración de la que Belén fue parte principal y casi, casi protagonista.
Belén Esteban, el alma de la fiesta de Raúl Prieto y Joaquín Torres
Ya durante la preboda que Raúl Prieto y Joaquín Torres celebraron el pasado viernes pudimos ver a Belén Esteban micro en mano amenizando a los presentes. La colaboradora no dudaba en plantarse entre las Azúcar Moreno para dar su discurso. Íntima amiga tanto del exdirector de 'Sálvame' como del arquitecto, Belén fue una pieza principal en el enlace. Así lo destacó el propio Torres en su perfil de instagram. “Una vez más, mi querida Belén, nuestra querida Belén, nos dio una lección de generosidad y dejó muy claro en nuestro pequeño gran mundo su inmenso amor por Raúl y por lo tanto, por mí”, escribía emocionado a la mañana siguiente.
No fue la única, claro, que disfrutó. También Terelu Campos, con su hija Alejandra Rubio, Carlota Corredera, que fue testigo en la boda, Rocío Carrasco con su marido Fidel o Emma García, también con su marido Aitor, estuvieron arropando a los recién casados. Un nutrido grupo de amigos y compañeros que quiso festejar el amor. Ahora, Raúl Prieto y Joaquín Torres tienen por delante una luna de miel y una relación que está ya más que oficializada. Ya son marido y marido.
¿Y la luna de miel de Raúl Prieto y Joaquín Torres?
Tras una boda, toca la luna de miel. La pareja tenía ya pensado, tal y como avanzaron en 'Sálvame', el destino soñado: Japón. Raúl Prieto y Joaquín Torres pretenden hacer las maletas para conocer la cultura nipona, no sin antes hacer un alto en la Provenza francesa para descansar y reponerse de la tensión de todos estos meses. Organizar una boda nunca es fácil y más cuando va a estar en el foco mediático. Eso sí, pueden quedarse satisfechos.
Con todo, puede que los planes de viajar tengan que posponerse. La situación familiar que rodea a Joaquín Torres tampoco es sencilla. El arquitecto se encuentra volcado en el cuidado de su madre, delicada de salud. De ello dependerá que pueda cogerse unos días para desconectar junto a su flamante nuevo marido. Torres, como ha quedado más que patente, es un hombre profundamente familiar. Y eso que tampoco es que la familia se lo haya puesto en bandeja. Su historia viene marcada por unos padres a los que les costó mucho aceptar su condición.
Ahora, libre y feliz, Joaquín se centra en los suyos. Sus dos hijos, las personas más importantes de su vida, su madre y también su marido, Raúl. Seis años que culminan en una boda emotiva y emocionante.