El 'pisazo' que Mónica Hoyos ha enseñado en 'Ven a cenar conmigo, summer edition'

Mónica Hoyos ha sido la anfitriona del segundo programa de 'Ven a cenar conmigo, summer edition' y todos sus invitados han coincidido en que tiene un piso de los que te dan ganas de entrar como visitante y quedarte de 'okupa', las cosas como son. 

Casi nada. La presentadora de origen peruano vive en este ático que tiene escalera privada interior que conecta con un terraza. Toma ya. Ahora vas y lo comentas.

Lo sabemos. Os dan ganas de echaros la siesta en ese estupendo sofá. Normal, pero Mónica no nos ha invitado. Nos tendremos que conformar con imprimir la fotografía y enmarcarla en nuestro salón.

Con una decoración muy minimalista, esa mesa y esa silla al fondo nos valdrían para ser los nuevos compañeros de piso de Mónica. ¿Sigue sin colar?

Según lo que hemos podido ver en el programa, estamos casi seguros de que esa escalera lleva a la terraza (que luego os enseñaremos). Por cierto, en esta imagen se ve a un perro (suponemos que de Mónica). ¿Dónde? A ver si sois capaces de encontrarlo. No os lo íbamos a dar todo hecho, ¿o qué?

Carmen Alcayde ha sido la primera en llegar y cuando ha visto el sofá no ha dudado en dar buena cuenta de él. Vaya, que por poco la tienen que levantar de él con espátula.

El salón-comedor conecta con la entrada de la casa y al fondo se puede ver una puerta que es la de la cocina. No os quejaréis de las indicaciones tan buenas que os estamos dando.

Parte de la decoración de la casa está formada por frases enmarcadas como esta en la que se puede leer "no desistas en tus sueños". Vaya, que no te rindas.

La verdad es que la decoración de la mesa en la que se ha sentado Mónica con sus invitados ha sido toda una obra de arte. Chapó. Por cierto, al fondo a la izquierda puede verse un piano blanco. Casi nada.

La verdad es que el comedor es una auténtica maravilla. Claro, así entraba Oriana Marzoli, sin poder creerse lo que estaba viendo.

Pues la verdad que esta parte de la casa nos ha decepcionado un poco más. Eso sí, tiene fuegos en vez de vitrocerámica que dicen que para cocinar es lo mejor. Ni tan mal.

Lo sabemos, no se ve casi nada, pero es que Alonso Caparrós se ha sentado en la cama y ya nos ha fastidiado toda la imagen. Menos da una piedra.

Enfrente de la cama, Mónica cuenta con una mesita, un espejo de cuerpo entero (importantísimo) y un par de armarios empotrados. Nos quedamos con la duda de saber por qué Mónica no ha querido enseñar de manera más clara su habitación.

La velada ha terminado con un espectáculo de baile peruano que ha tenido lugar (estamos seguros al 99%) en la terraza de casa de Mónica. Un 1% nos lo reservamos por si es de uso comunitario o vete tú a saber.

La verdad es que nadie diría que detrás de esta puerta se encontraba un pedazo de casa como la de Mónica. Claro, ahora ya sabemos de donde viene el dicho de que no hay que juzgar a una persona por la fachada. Gracias, casa de Mónica.

Esta bonita imagen de la urbanización en la que se encuentra la casa de Mónica nos ha parecido el cierre perfecto para esta visita guiada por su casa. Esperamos que os haya gustado.