Por su avanzado embarazo, está a punto de dar la luz. Pero por los manjares que ha disfrutado, Pilar Rubio ha estado a punto de explotar de felicidad. De ahí que no ha dudado en agradecérselo a Alberto Chicote. La colaboradora de 'El Hormiguero' está empeñada en mantenerse activa hasta que su tercer hijo diga que quiere salir. Este martes por la noche la audiencia vivía el momento más tenso del programa de Pablo Motos al conocer que Pilar había dilatado ya un centímetro y que, por esta razón, había acudido con su ginecóloga, que la esperaba en el camerino. Afortunadamente, la presentadora podía acabar normalmente y sin sobresaltos su sección, y este miércoles ha presentado un acto promocional tan estupenda como siempre y sin perder la sonrisa.
La pareja de Sergio Ramos ha hecho algunas declaraciones sobre cómo está viviendo los momentos previos a que nazca su tercer hijo. "Marco y Sergio están muy ilusionados. Sergio me decía: "Mamá, le voy a guardar mi conejito para dejárselo para dormir y le voy a dar el biberón". Bueno, le he dicho: a ver si todas estas buenas voluntades se cumplen". A pesar de que tiene su canastilla llena de lo necesario y lista para salir en cualquier momento hacia el hospital, lo que aún no ha 'metido' es el nombre, y es que el madridista y la presentadora aún "están discutiéndolo". A Pilar le encantaría llamarle como a uno de sus ídolos musicales: Alx, nombre que compartiría con el cantante de la banda Guns 'n' Roses. Sin embargo, "a Sergio no le gusta, así que estamos viendo si llegamos a un acuerdo", ha confesado. La pareja está muy feliz con este nacimiento y Pilar cree que "interactuará fácilmente con sus hermanos".
La colaboradora televisiva estaba muy favorecida con un vestido fucsia con sandalias de tacón a juego. Después de las fotos y de atender a los medios, Pilar se ha relajado junto a sus amigas y ha dado rienda suelta a su esperadísima "despedida de embarazo". Un festín por todo lo alto no apto para todos los estomágos, pero que no cabe duda de que debía estar delicioso. Y es que se ha metido entre pecho y espalda un yakiramen de callos con chorizo, morcilla y udon preparado en el restaurante Yakitoro, propiedad del chef Alberto Chicote.