Esta vez han sido 600 los invitados que han asistido a la celebración de la boda religiosa de Pierre Casiraghi, hijo de Carolina de Mónaco, y Beatrice Borromeo, periodista e hija de un aristócrata italiano. Y si el primer enlace estuvo envuelto en ese halo de misterio y glamour que siempre ha rodeado a la familia Grimaldi, en esta ocasión, no ha sido menos.
La primera imagen de los recién casados, ahora ya por la iglesia, la facilitó el Palais Princier de Mónaco a través de las redes sociales. En la imagen podemos ver, por fin, el vestido de Armani Privé que lució Beatrice Borromeo: en blanco marfil, de encaje, con cuello redondo y manga francesa. El cabello lo llevó recogido en un moño bajo, del que salía un largo velo de tul. En la boda civil, Beatrice eligió un diseño de Valentino en color rosa.
Ya solo el escenario de la boda merece por sí solo el calificativo de sueño hecho realidad. Una boda de cuento de hadas, como ya vivieron con anterioridad tres de las hermanas de Beatrice, que también eligieron este bello lugar para casarse. El novio y la mayoría de los invitados salieron del Gran Hotel des Iles Borromees.
Los novios -o, mejor dicho, los recién casados-, ofrecieron a sus invitados una fiesta de bienvenida en la noche del viernes, que consistió en un cóctel 'flower-power', pues muchos de los asistentes lucieron prendas floreadas o coronas 'hippies' en la cabeza. Beatrice Borromeo lució un vestido de estilo 'boho-chic' firmado por Alberta Ferreti, mientras que Carlota Casiraghi eligió un sencillo Zara.
Por supuesto, todos los festejos se han celebrado dentro de la más estricta intimidad, aunque algunos medios consiguieron a media tarde algunas imágenes del feliz novio, vestido con un chaqué gris, así como las de algunos invitados. Las imágenes, que pudimos ver el diario italiano La Repubblica -y, posteriormente, a través de la cuenta de Instagram del Palais Princier de Mónaco- nos mostraban a un Pierre totalmente relajado y feliz, saliendo del Gran Hotel del Iles Borromees, donde se alojó la inmensa mayoría de los invitados al enlace, como los príncipes Haakon y Mette-Marit de Noruega o la cantante Lana del Rey. Desde el hotel, se dirigían al embarcadero y allí tomaban una embarcación que los llevaba al pequeño islote de San Giovanni, donde se celebró la ceremonia religiosa. Otros hicieron su llegada en helicóptero.
Por parte del novio, viajaron hasta el Lago Maggiore su madre, Carolina de Mónaco, sus hermanas Carlota y Alexandra, y su hermano mayor, Andrea, acompañado de su esposa, la colombiana Tatiana Santo Domingo. Con ellos viajaron también los más pequeños de los Casiraghi, es decir, Sasha e India, hijos de Andrea, y Raphaël, hijo de Carlota. La princesa Estefanía y sus hijas también asistieron. Antes de la boda, celebrada el sábado, los invitados tuvieron ocasión de hacer turismo por la zona. Los pueblos que se encuentran a orillas del lago son todos dignos de una visita. Asimismo, las islas y los islotes que se encuentran dentro del Lago Maggiore, propiedad de los Borromeo, cuentan con edificios, capillas y fortalezas de gran valor artístico e histórico.
Tras la ceremonia religiosa, los recién casados se cambiaron de ropa para asistir al convite. Beatrice lució otro diseño de Armani Privé con escote en pico, sin mangas, con dos largos fulards aplicados en los hombros y falda evasée. Pierre cambió su chaqué gris por un frac negro.