La pesadilla de Isabel Pantoja con la millonaria obra sin licencia en Cantora

Como suele decirse, Isabel Pantoja emprendió una 'ópera egipcia' con la ampliación ilegal del cortijo de Cantora y la jugada no le salió nada bien

Actualizado a 12 de noviembre de 2020, 17:59

Montaje fotográfico Isabel Pantoja y Cantora

Si hay un adjetivo que describa a la perfección la historia de Cantora es apasionante. Polémica, también. Pero como ya de por sí la actual fotografía familiar es muy negativa, "apasionante" le queda como un guante, llevándola más allá del objeto de disputa de Isabel Pantoja y Kiko Rivera. Cantora ha vivido muchas épocas y una de las más ajetreadas tuvo lugar a finales de la década de los 80, cuando Isabel Pantoja ordenó una reforma integral del cortijo que es su vivienda desde que rompió con Julián Muñoz, y que acabó convirtiéndose en una pesadilla legal de la que tuvo que 'salvarla' la mismísima Encarna Sánchez. Todo un gesto que da buena cuenta del dinero de Isabel Pantoja que engulló esta finca que también se está ganando el título de "maldita".

Isabel Pantoja en una imagen de enero de 2020 en Jerez de la Frontera — Gtres
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Isabel Pantoja ordenó una impresionante reforma

Corría el año 1989, solo había transcurrido un año y medio del reparto de la finca cuando Isabel Pantoja decidió hacer una modificación completa del cortijo, como ha recordado el periodista Antonio Rossi. Tal como ha subrayado en 'El programa de AR', "el cortijo que ella recibe no es como lo conocemos ahora, era bastante pequeño", por lo que puso en marcha la idea que parecía estar gestando desde hacía tiempo: una ampliación enorme cuya inversión fue de más de diez millones de pesetas de la época y con la que "terminó la nave que había iniciado Paquirri, la zona de recreo, lo amplió con habitaciones, salones…".

Isabel Pantoja obligada a pagar una multa

Todo se desarrollaba con normalidad, hasta que ese mismo año recibe la visita de un técnico del ayuntamiento que, durante una inspección, "se da cuenta de que ha cambiado la estructura", y lo pone en conocimiento del consistorio. Al ser una "obra ilegal", por la que Isabel Pantoja "no pidió permiso", ha seguido explicando Antonio Rossi, el ayuntamiento le impone "una multa de 280.000 pesetas".

Encarna Sánchez le solucionó el problema

En un intento de legalizar la situación de la ampliación, Isabel Pantoja "escribe al delegado de Urbanismo, mostrándole su conformidad en legalizar la obra y que va a pagar la multa". Sin embargo, no acaba cumpliendo su palabra, y al año siguiente, "le instruyen una diligencia y le obligan al derribo el cortijo y a pagar una multa de 100.000 pesetas". Disconforme con la orden, Isabel se habría negado y, en 1991, Encarna Sánchez se habría encargado de solucionarle la papeleta.

Isabel Pantoja libre de multas

La periodista, ha contado Rossi, "paga a un arquitecto, paga la legalización de la ampliación del cortijo y paga la multa", acabando con la pesadilla de la que parecía no poder salir la tonadillera.

Nuevos cambios en Cantora

No fue el único movimiento que se produjo en Cantora con la llegada de Encarna a la vida de Isabel pues, "a parte, hace un plan para urbanizar la finca La Garza, que es la que le vende a su amiga, para que viva allí y tenga un cortijo al lado del suyo".