Ningún medio ni ninguna influencer habría podido garantizar a Marisa Jara una publicidad semejante. Paula Echevarría escogió unos pendientes de la modelo reconvertida en diseñadora de accesorios para dar uno de los pasos más importantes de su vida privada: aparecer ante las cámaras de los fotógrafos con su nuevo novio de la mano. Oficializar su primera relación tras su reciente divorcio. No hay dinero en el mundo para pagar ‘publicity’ semejante.
Paula, que no da puntada sin hilo ni en lo personal ni en cuanto a tema estilístico se refiere, vistió de negro riguroso para la cena con Miguel y unos amigos, provocando que los pendientes, espectaculares de por sí, adquiriesen aún más protagonismo. Se trata de unas piezas diseñadas por Marisa en forma de cruz, una cruz dorada, barroquísima y maravillosa. Fabricados en metal bañado en oro y “piedras checas”, que ya se ha convertido en el producto más vendido de toda la web de la firma Jadejara a un precio de 52 euros. Hasta la fecha, no la habíamos visto lucir nada de la marca, pero sí lo había hecho su amiga y referente en cuestión de moda Alicia Hernández, creadora de Dolores Promesas. La empresaria se ha dejado ver en varias ocasiones con modelos de Marisa, y asegura que “le encantan”. Hernández, que también tiene un showroom que suele vestir a Paula, creando una simbiosis perfecta entre negocio y amistad, (de momento ) no está detrás de la comunicación ni publicidad del proyecto de la exmodelo.
Jara lleva desde hace tres años trabajando en este sueño. Ella se ha convertido en la mejor modelo para sus pendientes, collares y diademas, todas ellas con inspiración en la tradición flamenca, en homenaje a los orígenes andaluces de la diseñadora. Sus piezas, especialmente los zarcillos, han tenido gran éxito entre las famosas de nuestro país; se los hemos visto lucir a Carlota Corredera, Anabel Pantoja o Anne Igartiburu. Y vaticinamos, por el 'efecto Echevarría', que no serán las únicas. Este año viviremos invasión de cruces.