Pedro Sánchez en la intimidad: de su mujer Begoña Gómez y sus hijas a su pasado en el break dance

Pedro Sánchez (51 años) ha sido reelegido como presidente del Gobierno. 179 votos del Congreso ha reunido el candidato socialista para continuar al frente del gobierno de España, un camino que comenzó el pasado 23 de julio con la celebración de las Elecciones Generales. Pedro Sánchez está en boca de todos pero pocos conocen de él más allá de su faceta en la política. El presidente del Gobierno tienen una vida familiar que intenta llevar en privado y que está marcada por su matrimonio con Begoña Gómez, su compañera de vida, por las hijas que tienen en común y por las aficiones que intenta llevar a cabo cuando su trabajo se lo permite.

Pedro Sánchez y Begoña Gómez, un matrimonio que dura más de 20 años

Begoña Gómez siempre ha sido el mejor apoyo de Pedro Sánchez. Desde que llegó a la presidencia, al candidato del PSOE no le ha faltado la lealtad de la mujer con la que comparte su vida desde hace más de 20 años. Fue en una fiesta donde se conocieron y, tal y como han comentado en alguna ocasión, lo que sintieron fue un flechazo. Al poco tiempo, se fueron a vivir juntos al piso en el que ella vivía en Madrid. “Fui yo quién puse el cepillo de dientes en su casa, ella tenía un piso montado mucho más grande que el mío”, comentó Pedro Sánchez en una entrevista que concedió hace un tiempo a Bertín Osborne.

En el año 2006, Pedro Sánchez y Begoña Gómez se casaron en una boda civil. Pero sin duda, los días más importantes de sus vidas llegaron con el nacimiento de las dos hijas que tienen en común. El presidente del Gobierno y su mujer, son padres de dos adolescentes a las que siempre han mantenido al margen de toda la vida pública y a las que Pedro les dedica todo el tiempo que su cargo le permite. De la primera, fueron padres antes de celebrar su boda. Fue un año después del nacimiento de la niña cuando Pedro dio el paso de pedir matrimonio a su mujer. Lo hizo durante una cita en un restaurante en la que ella le dijo que sí para, unos meses después, celebrar su enlace.

Begoña Gómez y Pedro Sánchez.

Ellas han sido las que más han sufrido la ausencia de Pedro Sánchez durante los últimos años. Si algo ha implicado el puesto que ha tenido durante esta etapa y que quiere seguir teniendo al menos durante los cuatro siguientes, es que se haya perdido muchas cosas de su vida familiar y haya tenido que hacer algunos sacrificios. Entre ellos, dejar al lado algunas de sus aficiones o instantes con sus padres y su hermano.

Los padres y el hermano músico de Pedro Sánchez

Los que también se han mantenido siempre al margen de la vida pública, han sido los padres y el hermano de Pedro Sánchez. Su padre, economista, y su madre, abogada, siempre han resultado de inspiración para él. Fue su progenitor el que le inculcó el tema de la política. Antes de que Pedro Sánchez se metiera en la política su padre ya militaba en el PSOE.

El que tampoco ha querido saber nada de la popularidad, ha sido su hermano. Pedro Sánchez tiene un hermano pequeño, tres años menor que él. David tiró por otros derroteros más allá de licenciarse en Economías y Empresariales, misma carrera que tiene el actual presidente del Gobierno. Porque a lo que se dedica es a la música. David es director y compositor de orquesta. Obtuvo la Cátedra de Composición Musical y Dirección Operística en Rusia. Además, llama la atención que se da a conocer como David Azagra, dejando a un lado el apellido Sánchez para su faceta artística.

El baloncesto, la gran afición de Pedro Sánchez pero no la única

Y no se puede hablar de la vida familiar de Pedro Sánchez sin hacer mención al baloncesto. El presidente del Gobierno tiene en este deporte su gran pasión, e incluso se dedicó a ella de forma profesional. Jugó en el Club Estudiantes hasta que cumplió 21 años, cuando decidió centrarse en sus estudios. Hasta entonces, ocupó la posición de alero, gracias en parte a que mide 1,90m. Tanto le apasiona, que no ha dudado en inculcarles este deporte a sus hijas.

Pero hay una afición mucho más curiosa. De joven, a Pedro Sánchez le encantaba bailar break dance, algo que llegó a hacer en algunas de las plazas más emblemáticas de Madrid. Y también destaca su afición a pintar caricaturas. Esta es una de sus dotes más desconocidas y con la que seguro que logra relajarse y desconectar del estrés del día a día.