Paz Padilla vuelve a sonreír y nos descubre lo que le "da la vida"

Antonio Juan Vidal murió el pasado 18 de julio, víctima de un cáncer

Actualizado a 30 de agosto de 2020, 14:51

Collage Paz Padilla y Anna Ferrer Padilla

Poco a poco, el tiempo va curando las heridas más profundas y aunque para Paz Padillaeste 2020 ha sido, sin duda, el peor año de su vida, parece que la actriz, presentadora y humorista comienza a remontar el vuelo.

Solo hace mes y medio que murió su marido, con tan solo 53 años, víctima del cáncer. Tres semanas después murió su suegra, a la que quería como a una segunda madre. Y meses antes, en febrero, fallecía doña Lola, la madre de Paz, de quien ella heredó su buen humor y sus ganas de vivir.

Paz Padilla y su yerno Iván — Lagencia Grosby
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Sus mayores apoyos

Pero tanto mazazo junto ha sido muy duro para Paz, quien ha encontrado refugio en su hija, Anna Ferrer, e Iván, su yerno, así como en otros miembros de su amplia familia, como sus hermanos y hermanas. Eso sin contar con la pequeña Valentina, una de sus sobrinas, que estos días está con ella en su residencia de Madrid, y la indispensable Martina, la caniche que es la alegría de la casa.

Vuelve a sonreír

Paz ha compartido un divertido vídeo de Valentina jugando con un coche, en el que va su muñeca favorita, pero ahí está Martina queriendo jugar con ella y 'robándole' la cuerda con la que la niña arrastra el coche.

Muy divertido

"Me da la vida!!!", escribe Paz, a la que se oye reír abiertamente durante el vídeo, mientras oímos a Valentina gritar: "Matina, no" y "Calla, Matina", para reñir a la perrita, que, dicho sea de paso, no le hace ningún caso a la pequeña, porque ella se lo está pasando bomba jugando con la cuerda. La pequeña Valentina, que tiene su carácter, trata de apartar a la perra, pero ni por esas, lo que provoca todavía más carcajadas en Paz.

Retoma la normalidad

Nos encanta constatar que Paz, poco a poco, va recuperándose de la travesía en el desierto en la que quedó sumida tras las muertes de Antonio Juan y de su suegra. Anna e Iván, que la apoyan en todo, se encuentran ahora disfrutando de una escapada a Ibiza, pero Paz nunca se queda sola. Allí están los suyos para acompañarla y Valentina y Martina para hacerla sonreír de nuevo.