Paz Padilla no pisa el plató de ‘Sálvame’ desde que se decretara el estado de alarma el pasado 14 de marzo. La humorista ha vivido la época más dura del confinamiento enclaustrada en su mansión de Pozuelo de Alarcón, Madrid, con su marido, su hija Anna y una de sus hermanas. Durante el momento más duro de la crisis sanitaria decidió encerrarse y dejar de trabajar. Ahora, tras casi dos meses de cuarentena, la gaditana prepara su propia desescalada y planea su vuelta al programa. Antes de su anhelada reaparición, Paz ha acudido a un centro sanitario de la capital para someterse al test de coronavirus. Allí se encontró con gran su amiga y compañera en ‘La que se avecina’ Eva Isanta.

La gaditana, que llegó a la clínica Quirón protegida con mascarilla y guantes, quiere asegurarse que está libre del virus y saber si lo ha pasado para retomar su actividad con fuerza..