Qué le gusta a Paz Padilla una fiesta. Y cumplir años, en su caso han sido 49, es un buen motivo para hacer una celebración. Claro que lo de Paz quizá sea un poco excesivo. El lunes celebró su cumpleaños en Barcelona con sus compañeros de 'Got Talent'. Al finalizar la grabación, Paz, Edurne, Risto Mejide, Eva Isanta y algunos miembros del equipo del programa se fueron a cenar a uno de los restaurantes más típicos del barrio de la Barceloneta. Allí Paz tuvo su primer 'Cumpleaños feliz' y un pastel con una aparatosa bengala a modo de vela. Imposible de soplar, pero espectacular y muy festiva.
Al día siguiente, el día del cumpleaños propiamente dicho, Paz optó por una cena íntima con su marido, Antonio, y su hija, Anna Ferrer. Los tres se fueron a cenar a un conocido restaurante madrileño y Paz sopló, esta vez sí, la solitaria vela que coronaba una magnífica tarta de chocolate. Le van tan bien las cosas a Paz en el trabajo, en el amor y en su vida familiar, que apostamos lo que sea a que la actriz pidió salud para ella y los suyos y poder disfrutar de todo lo que han conseguido el mayor tiempo posible. Paz no solo sustituye a Jorge Javier en 'Sálvame', sino que esta temporada ocupa su lugar como jurado de 'Got Talent'. Además, sigue en la serie 'La que se avecina' con su divertida y alocada Chusa y triunfa en el teatro con la obra 'Desatadas'. ¿Se puede pedir más?
Pero aún faltaba una tercera fiesta, que es la que está teniendo lugar este sábado en el domicilio madrileño de Paz Padilla. Rodeada de familia y amigos, el 'dress code' era vestir de blanco y así fueron todos sus invitados. Esta fiesta, no obstante, ha sido compartida con su marido. Antonio también celebra su cumpleaños, el que hace el número 52, estos días, pero como vive en Andalucía –es funcionario de la Junta–, solo puede viajar a Madrid los fines de semana. Juntos, Paz y Antonio soplaron las velas de su respectivo medio pastel de cumpleaños, mientras sus seres más queridos les cantaban, otra vez, el 'Cumpleaños feliz'.
La sorpresa llegó al final con una súpermega batalla de pintura en la que Paz, su marido, su hija y sus invitados acabaron como para meterse directos a la lavadora. Lo que está claro es que allá donde esté la humorista, la diversión está asegurada.