La herida que le producía el fallecimiento de su querido Chiquito de la Calzada no acaba de cicatrizar en el corazón de Paz Padilla. Este martes no podía más al escuchar por enésima vez una noticia acerca del enfrentamiento que protagonizan los familiares del popular humorista desde su muerte. La felicidad que sentía porque le habían concedido la Medalla de Andalucía a título póstumo ha quedado empeñada una tarde más en el plató de su programa, donde las luchas por su herencia son un tema recurrente.
Paz está cansada y se ha sentido impotente por no poder eliminar de un manotazo un tema tan doloroso para ella. Las lágrimas han resbalado amargas por sus mejillas encendidas debido al disgusto que le producen los rumores que estarían favoreciendo los familiares de su gran amigo acerca de una "mano negra" que estaría ayudando a Dolores, sobrina del cómico y su heredera universal, en detrimento de su hermano Tomás. Padilla lo único que quiere es que descanse en paz la memoria de Chiquito y que una celebración feliz como es la Medalla de Andalucía quede ensombrecida por unos familiares que no estarían dando la talla. "No hay mano negra, no hay nada. ¿Vosotros os creéis que la Junta de Andalucía está pendiente de lo que sucede en 'Sálvame'? La Junta no sabe qué ocurre con la sobrina, los hermanos y el resto del entorno de Chiquito. Solo le querían dar un reconocimiento, punto y pelota", zanjaba contundente.
Sin embargo, si algo está empezando a cansar a Paz sería que, según ella, 'Sálvame' estaría poniendo empeño en que se hable de todo lo referente a Chiquito cuando ella presenta el programa. "Siento dolor, rabia y vergüenza por lo que está sucediendo y yo no lo puedo evitar", se lamentaba. "¿Pero cómo lo podrías evitar tú, Paz?", le preguntaban sus compañeros y con amargura les contestaba: "No estando en este programa en este momento. Hay muchos días a la semana y casualmente se trata cuando estoy". Sus palabras no podían sonar más contrariadas.
Kiko Hernández, Mila Ximénez y el resto de los colaboradores le han hecho entrar en razón tras asegurarle que el conflicto en el seno familiar de su querido amigo se había hablado incluso cuando no le tocaba presentar. "Menos mal que no lo había visto", pronunciaba entre la amargura y el alivio.
La presentadora siente que mancillan la trayectoria y el recuerdo de Chiquito de la Calzada y ha expresado lo que, para ella, hubiese sido la mejor solución y lo que hubiera ahorrado tanto dolor innecesario: "Si le hubieran dado la medalla en vida, no hubieran tenido que recogerla, porque hubiera ido él".