El viernes Paz Padilla fue una de las protagonistas de ‘Mi casa es la vuestra’. La humorista charló con Bertín Osborne de diferentes temas y personas, entre ellas, su hija. El presentador quiso saber cómo le va a Anna Ferrer Padilla en Londres, ciudad a la que se trasladó para llevar a cabo sus estudios. “Ahora le va muy bien, pero los tres primeros meses que estuvo en Inglaterra fui a verla seis veces”, dijo Paz.
La presentadora de ‘Sálvame’ explicó que quería estar junto a su hija en sus inicios en el país extranjero porque le preocupaba su salud. “Me decía que no estaba bien del estómago, que no tenía hambre y que tenía náuseas”, comenzó a contar Paz Padilla. La gaditana contó a Bertín que, en un primer momento, pensó que lo que tenía Anna era depresión y que estaba psicosomatizándolo.
La preocupación de Paz Padilla era tal que habló con una amiga psicóloga para consultarle los síntomas de su hija. La experta dio a la presentadora una serie de pautas que tenía que llevar a cabo con Anna, donde la comunicación en general y la expresión del afecto en concreto, jugaban un papel muy importante.
A su regreso de Inglaterra la hija de Paz Padilla le dijo a su madre que le seguía doliendo el estómago y que, al contrario de lo que pensaba su familia, lo suyo no era un problema psicológico. La joven pidió a la presentadora que la llevase al médico. Tras hacerse unas pruebas, el experto determinó que lo que tenía Anna era la bacteria helicobacter, la causante de sus molestias en el estómago.
Paz Padilla también se hizo la prueba y se sorprendió al ver que ella también tenía lo mismo que su hija. “Siete pastillas por la mañana, siete pastillas por la tarde… y todo el tiempo de vareta, horroroso”, contó la presentadora con el sentido del humor que le caracteriza.