Paz Padilla revela el percance de salud por el que se ha visto obligada a abandonar su voluntariado en Valencia

Paz Padilla ha estado una semana como voluntaria en las zonas más afectadas por la DANA, pero se ha visto obligada a abandonar la zona cero antes de lo que hubiera querido.

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Rebeca Alonso

Redactora digital de Lecturas

Paz Padilla
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En medio del duelo por la repentina y dolorosa muerte de su hermano, Paz Padilla (44 años) hacía las maletas para poner rumbo a Valencia. La presentadora y humorista se unió a la ONG World Central Kitchen capitaneada por los chefs José Andrés y Pepa Muñoz para repartir comida caliente a los miles de damnificados por la DANA, una experiencia solidaria en la que ha estado acompañada de su hija Anna Ferrer y otras caras conocidas como Rosalía o Aitana Ocaña. 

Sin embargo, después de una semana en la zona cero, concretamente en la localidad de Paiporta, Paz Padilla se ha visto obligada a volver a casa. La actriz, que canceló todos sus compromisos profesionales tras la inesperada muerte de su hermano, ha reaparecido desde su perfil oficial de Instagram para contar su experiencia y el motivo de salud que le ha llevado a regresar a Madrid antes de lo que hubiera querido. 

"He estado en Valencia todo el tiempo que he podido", decía Paz con rostro serio y la voz entrecortada. "He regresado a casa porque no estoy bien del estómago", anunciaba al tiempo que especificaba que desde hace unos días sufre "trastornos gastrointestinales". "Ya me advirtieron que puede pasar en zonas catastróficas como lo que ha sucedido en Valencia por las aguas estancadas", explicaba. 

Paz Padilla
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Afortunadamente, la presentadora se encuentra "bien". Lo primero que ha hecho es acudir a su médico para realizarse las pruebas pertinentes y conocer el tipo de bacteria que tiene. 

Muy preocupada por las enfermedades que pueden surgir por la insalubridad de las localidades valencianas que siguen asoladas tras el paso de la DANA, Paz Padilla hacía un llamamiento desesperado: "Quiero advertiros a todos los que estáis allí, a los que estáis viviendo entre el fango y los que estáis de cooperantes: poneos guantes y mascarillas. Lavaros constantemente las manos. Se que es muy difícil pero intentar no tocar el agua o la comida si estáis infectados, es importantísimo. (...) Id al médico al primer síntoma: vómitos, diarreas... No sabemos qué tipo de bacterias son las que hay. Y sobre todo, tened mucho cuidado con los niños, las personas mayores y las personas inmunodeprimidas". 

Paz Padilla hace una promesa a todos los valencianos tras varios días en la zona cero

Antes de dar por zanjada su intervención en redes sociales, Paz Padilla ha prometido a todos los valencianos que volverá a las localidades devastadas tan pronto como se recupere, pero no solo físicamente, ya que tampoco puede obviar el peso psicológico que le ha provocado estar en medio de la catástrofe. 

"Quiero estar en casa para reponerme y ponerme fuerte mentalmente y físicamente, pero volveré a Valencia porque allí queda trabajo para largo. Por desgracia, la ayuda que se ha tenido ha sido solo de voluntarios. Quiero dar las gracias a los miles de voluntarios que se han pasado por allí. Hemos estado con el corazón en la mano. Sigamos así, no abandonemos por favor. No los dejemos solos", zanjaba. 

La reflexión de Anna Ferrer tras viajar a Valencia con Paz Padilla

Primero fue Paz Padilla quien no dudó en poner rumbo a Valencia para ayudar en todo lo que estuviera en su mano y unos días más tarde se unió a ella su hija Anna Ferrer. Después de varios días de la desolación más absoluta, la influencer ha hecho su propia reflexión al respecto, un sentimiento que no ha dudado en compartir en redes sociales. 

"Es inevitable transitar todo el día entre la tristeza, la rabia y la emoción, porque ante un pueblo que se ha sentido desatendido y abandonado, hay miles de voluntarios de todas partes de España (y del mundo) volcados para ayudar día y noche sin parar. Un pueblo más unido que nunca ante la que para mí ha sido la situación más trágica que he vivido en mi país", así empieza un emotivo texto en el que Anna revela cómo ha sido pasear por las calles de Paiporta o Catarroja "y que se te encoja el corazón al conocer que cada vecino tiene una historia, una pérdida, un miedo que antes no existía".

Esta tragedia le ha hecho ser muy consciente de lo afortunada que es y como la vida puede cambiar de un momento a otro. "El fango se limpiará y desaparecerá algún día, pero los daños que no se ven son los que no se van a reparar nunca (...) Prometo no dejar que esto caiga en el olvido, que se sepa todo lo que estáis viviendo y que paguen todos los que tenga que pagar. Que si de algo servirá esta cuenta es para daros voz hoy y siempre", ha concluido.