A Paz Padilla Madrid no le gusta para vivir, pero allí tiene su trabajo y allí es donde pasa de lunes a jueves, tanto para presentar 'Sálvame' como para grabar 'La que se avecina', serie en la que interpreta a la Chusa. Además, su marido, Antonio Vidal, no vive con ella en la capital, sino que vive en Sevilla, donde es funcionario.
Por eso, todos los fines de semana Paz y Antonio se reúnen por lo normal en Zahara de los Atunes, en Cádiz, donde se casaron en septiembre del año pasado, pero esta semana han hecho una excepción y se han escapado del calor madrileño en Girona. Allí, a las afueras de un pueblo llamado Vilamarí, Paz compró hace seis años una masía que reformó con todo su cariño y que en la actualidad es una casa rural que puedes alquilar por precios que oscilan desde 250 euros por un fin de semana a los 3.000 que cuesta una semana en temporada alta.
Paz tiene un nexo muy importante con Catalunya. Allí nació hace 22 años su hija Anna, fruto de su matrimonio con el que fue su representante Albert Ferrer, y siempre ha manifestado ser una enamorada del paisaje y la cultura catalanas. Una de las tradiciones, precisamente, que más se celebran es la verbena de Sant Joan, con coca y cava y fuegos artificiales. Paz quiso pasar la verbena en su casa y rodeada de su familia y sus amigos. Como debe ser.