Paz Padilla acaba con muletas tras sufrir un accidente doméstico

La presentadora Paz Padilla necesitará muletas tras sufrir un doloroso golpe mientras bajaba las escaleras de su casa

Paz Padilla
Instagram @paz_padilla

Ayer por la noche, Paz Padilla, desde los stories de su hija Anna Ferrer, ya avisaba de que le dolía el tobillo… La presentadora, pertrechada en el sofá de su casa junto a su niña y al novio de esta, contaba a los seguidores de la influencer que se había caído y que le molestaba el pie. Pocos imaginaban que el dolor no solo no se acabaría, sino que iría a más, hasta acabar, esta misma mañana, con la gaditana sentada en una silla de ruedas de un hospital madrileño.

“¿Qué? ¿Qué te pasó ayer?”, le preguntaba con retintín Anna a su madre. “Bajando las escaleras me pegué un porrazo y me dolía muchísimo. Esta mañana he dicho, creo que voy a tener que ir al hospital”, ha explicado Paz Padilla a todos sus seguidores. “¡Muletas! Le han puesto muletas”, exclamaba la joven. A partir de ahora, la humorista necesitará de estas dos ayudas para poderse mover.

paz padilla silla de ruedas

Paz Padilla ha preocupado al aparecer en silla de ruedas en un hospital

@annafpadilla

Tanto Paz Padilla como Anna han subido stories en el hospital donde la cómica ha sido atendida. Según ella misma ha contado, no podía aguantar más el dolor que tenía en uno de sus tobillos, así que ha preferido que la viese un médico y salir de dudas. Y menos mal, porque, al parecer, el accidente doméstico no fue moco de pavo y ella tendrá que tener inmovilizado el pie varios días. Por supuesto, imaginamos que su actividad favorita: yoga acrobático con telas, también tendrá que esperar.

Anna, que debido a su profesión tiene mucha actividad en redes, ha subido a Instagram su mañana de médicos como acompañante de su madre. En storires hemos visto como las Padilla, pacientemente aguardaban a ser atendidas. Ver a Paz sentada en una silla de ruedas ha despertado una curiosidad tremenda entre los seguidores de Anna, así que para que no cundiese el pánico, ella se ha apresurado a explicar que su madre estaba bien y que no había de qué preocuparse.

A partir de ahora, reposo, cuidados en casa y andar lo mínimo posible, y si lo hace, que siempre sea ayudada por sus nuevas mejores amigas, las muletas.