Paula Echevarría y David Bustamante firmaron el divorcio en abril de este año, solo un año después de que reconociesen que en su casa “pasaban cosas”. Este es, por tanto, el primer verano que los padres de una hija pasan como divorciados oficiales, sin ganas de volver a ser un matrimonio e ilusionados con sus respectivas parejas. Son las primeras vacaciones estivales del resto de su vida, y, en el caso de Paula, las está aprovechando A TOPE.
Tras viajar a Marruecos y permitirse hospedarse en uno de los hoteles más deluxe de Marrakech, ahora pasa tiempo con su hija. Las dos, como ya hicieran el verano pasado, están en Sancti Petri, en Cádiz, donde han sido fotografiadas como si ambas tuvieran la misma edad. Paula está rejuvenecida, cumplirá 41 este año pero parece una chiquilla más con sus juegos en las olas, sobre la arena y la complicidad con su pequeña. Son las mejores amigas. La costa gaditana se ha convertido, en los últimos veranos, en uno de sus destinos preferidos para descansar y relajarse. Ibiza ha cedido el protagonismo que antaño tenía en sus veranos de asueto para cederle el trono a otros destinos menos masificados. Además, las Baleares eran el destino oficial en sus años de matrimonio, por lo que el Sur parece haber ganado peso en este nuevo capítulo de su libro tras la ruptura. Ahora, saltando olas como si fuera una adolescente y con la sonrisa perenne, no nos queda duda: Paula está viviendo sus vacaciones más divertidas.