Hay quien se agobia cuando, todavía en octubre, ve los primeros turrones en el súper, pero esas no son Paula Echevarría y su hija, que están DESEANDO que haga un poco de frío para sentir que la llegada de Papá Noel es inminente, tanto que su árbol ya está hasta arriba cuajado de bolas, adornos y brillo.
La tradición solía mandar que, para el puente de la Constitución, se montaran los belenes, se adornara el árbol de Navidad y pasáramos los días de fiesta desenrollando espumillón y guirnaldas de luces que, por arte de magia, se habían enrollado más que un Viceverso en La Posada. Con la influencia americana hemos ido adelantando la decoración navideña a primeros de diciembre, finales de noviembre ¡hasta llegar a Acción de Gracias! Justo como hacen los estadounidenses.
Cuando aún queda más de un mes para que se celebre la Navidad, Paula y Daniella dedicaron la tarde de ayer en decorar su hogar. Como si estuvieran en Massachussets. Lo decimos porque ayer jueves se celebra el Thanksgiving norteamericano, una cena que marca el inicio de las festividades que están por venir. Las familias decoran sus abetos y aprovechan el día de hoy, Black Friday, para hacer las compras de muchos regalos de Navidad. Y conociendo a la actriz y cuánto le gusta ir de compras, seguro que a esta moda importanda del Oeste también sucumbe hoy.
Pau, en redes, cuenta que su hija no podía aguantarse las ganas de montar el árbol, así que ella cedió y ya lo tienen en casa recordando que les queda, cada vez menos, para hacer la carta a los Reyes. Está bien abrazar costumbres de fuera, pero también lo está mantener las de siempre.