Hace varios meses que los médicos comunicaron a Pau Donés que había llegado el final. El cáncer que padecía desde 2015, por el que finalmente fallecía el pasado martes 9 de junio a los 52 años de edad, era incurable. Entonces, el líder de Jarabe de Palo decidió dos cosas: dejar de medicarse y grabar un último disco que logró ver publicado. Además de terminar esta bonita despedida pública, el intérprete también tuvo tiempo de dejar arreglada su herencia antes de macharse para siempre. Entre sus últimas voluntades, el cantante puso a la venta el que había sido su refugio durante años: una casa en el Valle de Arán por la que pedía 2,3 millones de euros y a la que no le falta detalle.