Todas las alarmas están puestas sobre una posible reconciliación de Mario Vargas Llosa (86 años) y su exmujer Patricia Llosa (78 años), y su actitud durante su estancia en España y sobre la forma en que han viajado a Paris (jugando al despiste) y evitando una foto de ambos juntos daban a entender que sencillamente querían llevar su relación, sea de nuevo de pareja o no, en la más estricta intimidad. Pero nada más lejos de la realidad, pues pocas horas después de llegar a la capital francesa su hijo Álvaro se ha encargado de publicar una foto de ambos presumiendo de tenerles juntos de nuevo
Este encuentro es uno más de los muchos que ha habido en las ultimas semanas, pero con un significado muy especial, pues el próximo día 9 de febrero le concederán el título de miembro de la Academia francesa de la lengua, sin duda un hito importante en su más que consolidada carrera como escritor, y por tanto un momento que celebrar con los suyos. En este caso los elegidos han sido sus tres hijos, Gonzalo, Álvaro y Morgana, y la madre de sus hijos Patricia Llosa, lo que resulta significativo.
Lo extraño es que han tomado la decisión de viajar por separado, en lugar de hacerlo todos juntos, algo que hubiera sido normal puesto que en Madrid todos han estado estos días alojados en la casa del escritor en el centro de la ciudad, lo han hecho por partes, por un lado, ha salido Mario acompañado de Morgana, tal como se puede ver en las imágenes, y por otro Patricia junto a sus nietas y su yerno.
Patricia se ha mostrado muy molesta con la prensa que ha tratado de preguntarle qué relación mantiene actualmente con el premio Nobel, e incluso a tratado de apartar a los reporteros y las cámaras con el bolso a la salida del domicilio. Hasta que Mario conoció a Isabel Preysler, la vida de matrimonio siempre fue muy discreta, y ahora todo indica que si vuelven a mantener una relación les gustaría que siguiera siendo así, puesto que ninguno parece dispuesto a hacer declaración alguna sobre la naturaleza de su acercamiento.
Si finalmente se confirmara la reconciliación, los primeros en celebrarlo (si no lo han hecho ya) serían los hijos de la pareja, que pese a que terminaron aceptándolo, nunca vieron con buenos ojos la relación de su padre con Isabel Preysler: De hecho ya se ha comentado que no les ha gustado que ella diera detalles acerca de la ruptura, pues en su familia a discreción parece ser una máxima inquebrantable y Llosa, de vuelta a casa, se ha sumado de nuevo a esta norma que con la 'Reina de corazones' se saltó de forma puntual.