¡Cara a cara ante el juez! Han pasado seis meses desde que Chiqui decidió romper de manera definitiva su relación con Borja, una decisión muy meditada y de la cual no se arrepiente en absoluto. Desde aquel momento, la ex gran hermana se ha volcado en el cuidado de sus dos hijas: Alma y Bella, su única medicina para poder seguir adelante tras un matrimonio que ella misma definió como un auténtico "infierno".

Las cosas no parecen ir demasiado bien entre ellos y es que lejos de llegar a un acuerdo por el bien de las hijas que tienen en común, la ex pareja se ha tenido que ver las caras ante el juez.