Carmen Sevilla lleva muchos años sin aparecer en televisión. Hace 6 que vive en una residencia especializada debido al Alzheimer tan avanzado que sufre y desde entonces, su hijo Augusto ha reducido el número de personas que pueden ir a visitarla con el fin de preservar la imagen de su madre que todos tenemos en la cabeza. Sin embargo, hay quien no guarda tan buen recuerdo de ella como cabría pensar. José Manuel Parada ha dado su versión de cómo era Carmen en realidad durante la visita de Moncho Ferrer a Viva la vida.
La inmensa mayoría del público recuerda a Carmen Sevilla con mucha ternura y cariño y es que, durante sus últimos años en televisión, protagonizó algunas de las anécdotas más divertidas que se recuerdan con sus míticas ovejitas, su cinta adhesiva en la nuca para disimular las arrugas, sus conversaciones paralelas con quienes estaban al otro lado del pinganillo... Y sobre todo desde que sabemos que sufre Alzheimer su figura se ha convertido en la de alguien entrañable.
Pero hay quien no piensa de la misma manera. Cuando el gran amigo de Carmen y una de las pocas personas que pueden visitarla en la residencia en la que vive, Moncho Ferrer ha visitado hoy Viva la vida para hablar del estado de salud de la actriz, ha alabado lo "buena, generosa y espléndida" que es, José Manuel Parada ha puesto en duda que esa sea la realidad. "Esa no es la versión de todo el mundo. No es tan buenecita como la ponen, en esta profesión cuando uno está tantos años tiene amigos y tiene enemigos. Ella lo sabía y ponía la carita de buena cuando había una cámara delante", ha dicho.
Y es que Parada, aunque dice que la ha perdonado, parece que todavía le guarda rencor a Carmen porque le sustituyera al frente del programa Cine de Barrio. "Hasta el día anterior ella me negó que fuera a presentar Cine de Barrio y yo lo pasé muy mal. Delante del cadáver de Rocío Dúrcal le dije que la vida es más importante que un programa de televisión y ella se puso de rodillas y me pidió perdón". No obstante, Parada dice que ha pedido a Augusto que le deje despedirse de ella para que sepa que todo está perdonado, pero él se ha negado.