Isa Pantoja nos abre en exclusiva las puertas de su nueva casa, un impresionante chalé de unos 500 metros cuadrados en el que ha iniciado una nueva vida en Espartinas, un pueblo a 13 km de Sevillla. Este excepcional reportaje se convierte en una llamada desesperada de atención hacia su madre y su hermano Kiko, porque ninguno de los dos conoce aún su nuevo hogar. Orgullosa y con un halo de tristeza en la mirada les muestra desde nuestras páginas su refugio. Dolida, intenta excusar que Isabel Pantoja no la llamara cuando pidió un permiso penitenciario para viajar a Sevilla a cenar con su hijo. Después de la polémica semana que ha pasado Dulce tras sus incendiarias declaraciones contra Julián Muñoz, Isa muestra su apoyo absoluto a la que fuera su niñera: “Iré al juzgado a defenderla”.
Tienes una casa preciosa.
-Está bastante bien, para Alberto tiene jardín y piscina; somos uno más, tenemos a Cholo que necesita espacio para jugar, es un perro de raza rottweiler que se va a hacer muy grande. Lo tenemos desde hace mes y medio. Alberto veía a los perros de mi madre en Cantora y le gustaban. Mi hermano tiene un bulldog francés que se llama Rocky y jugaba con él.
¿Cuánto tiempo llevas aquí?
Menos de mes y medio.
¿Con quién vives?
Con mi hijo, Alejandro y Dulce. Ella no para en casa, pero está con nosotros de momento.
¿Dulce vive aquí?
Sí, está desubicada. Aún no he hablado con ella. Está aquí para ubicarse, debe hacer su vida como persona adulta, no significa que no estemos juntas pero tiene que seguir su camino. Con el dinero que ha ganado en ‘Supervivientes’ debería comprarse un piso, no ser tonta como yo. Dulce nunca ha trabajado en mi casa, cuida de Alberto porque lo adora. Espero que en un futuro se enamore y venga aquí con su novio [risas]. Entonces seguro que hasta hace las paces con mi madre, seremos una gran familia.
Puedes leer la entrevista completa en la revista Lecturas