¡Movida! El plató de Cámbiame se ha convertido en un polvorín. Desde que el programa decidió renovarse de pies a cabeza y comenzar a emitirse en directo, no hay día que no genere una nueva polémica. Que si la marcha de Natalia, que si las 'puyitas' de Fiona Ferrer, que si el distanciamiento entre Pelayo y Cristina... Pero, claro, nadie consigue eclipsar a la estilista más guerrera: Paloma González. Si pensábamos que ya lo habíamos visto todo, la última en incorporarse al espacio tiene muy claro que lo suyo no va a ser flor de un día. Paloma quiere más y está dispuesta a conseguirlo.
Empezó con mal pie. Paloma llegaba a Cámbiame como fichaje estrella para revitalizar el programa y ocupar el puesto de Pelayo, ascendido a juez en este nuevo formato. De entrada, parecía que todo iba sobre ruedas hasta que, de repente, explotó. Natalia se animaba a valorar los comportamientos de la estilista, esta respondía y todo terminaba con Ferviú arrancándose el micrófono y saliendo del taller para no volver. ¡Menudo comienzo! Todos pegados al sofá, claro.
Desde entonces, la estilista ha ido encontrando su hueco poco a poco. Su contrapunto con Cristina o Juan Avellaneda da mucho colorido y Paloma sabe que el público está pendiente. Todos quieren saber qué se esconde detrás de la profesional. Vamos, hasta tal punto que el propio programa organizó un amable tercer grado para conocerla mejor y saber cómo había pasado las primeras y complicadas semanas en el espacio.
Ahora, Paloma ha aprovechado el directo desde el taller para dar un golpe sobre la mesa y reclamar su espacio. “Quiero tener más protagonismo en el plató”, ha asegurado sin cortarse un pelo. “Quiero que Carlota me dé minutos de gloria y que me dejen opinar lo que me dé la gana”. ¡Di que sí! Tiembla Pelayo que llega Paloma. La estilista no va a morderse la lengua. “A mí, una cámara me gusta”. Está claro que la catarsis vivida en su entrevista ha hecho Paloma se libere y se muestre más natural que nunca.
¿Conseguirá su propósito? ¿La veremos presentando junto a Carlota el día menos pensado? Madre mía, Paloma llega pisando fuerte...