Paloma Cuevas, una segunda madre para Michelle Salas, la hija mayor de Luis Miguel

Basta un nuevo encuentro de Luis Miguel, junto a Paloma Cuevas, y la hija mayor de este, Michelle Salas, para demostrar la buena sintonía que hay entre ellos y lo bien que se llevan las dos mujeres más importantes de la vida de el Sol de México

foto autor Conchi
Conchi Álvarez de Cienfuegos

Redactora Jefe de Clara Corazón

Paloma Cuevas con su hija
GTRES

Mientras le piden al camarero que les rellene la copas, Michelle Salas sonríe a la pareja de su padre, Paloma Cuevas. Luis Miguel está exultante. Comparte velada con las dos mujeres más importantes de su vida, su hija mayor y su actual pareja, de la que, dicen, llevaba años enamorado en secreto. Cuando la modelo se separó de Enrique Ponce, para el artista mexicano fue la oportunidad de oro de acercarse a ella y conquistarla con una galantería que solo vemos en las telenovelas. La andaluza, que necesitaba una nueva ilusión tras el profundo desengaño que supuso el abrupto fin de su matrimonio, cayó rendida. Y el resto, como dicen, es historia.

Ahora Luis Miguel está feliz de poder compartir planes con Paloma Cuevas y Michelle. La prensa mexicana les ha fotografiado cenando en un carísmo hotel de Las Vegas, donde todos se reencontraron. Y por todos, nos referimos a las dos parejas formadas por un lado por Luis y Paloma y, por otro, por los recién casados, Miguelle y Danilo. Un reencuentro muy especial apenas un mes después de que la hija del Sol diera el ‘sí, quiero’. Una ceremonia muy especial, a la que, por supuesto, Paloma Cuevas estuvo invitada.

Entre ambas mujeres existe complicidad y cercanía. Las dos siente que, al fin, Luis Miguel está en un momento inmejorable y eso les provoca una enorme afinidad. A Michelle le gusta ver feliz a su padre al lado de su nueva pareja. Está radiante, su aspecto ha mejorado y se siente con la energía suficiente para volver a los escenarios y protagonizar una gira triunfal. Eso, sin Paloma, igual habría sido imposible. Ella ha sido aire en sus alas. Y Cuevas se siente orgullosa de que padre e hija, tras años distanciados, hayan puesto fin a las rencillas. Hasta el punto de convertirse en esenciales en la vida del otro. La hija de Vitoriano Valencia, siempre tan familiar, sentía que este era uno de los grandes asuntos pendientes de Luis Miguel pero ya está más que solucionado.

Ahora las dos mujeres disfrutan de la compañía de la otra porque entienden todo lo bueno que aportan a la vida del Sol, la persona que las une y que se ha convertido en la excusa para conocerse más en profundidad y entablar una buena relación.