Cuando se pensaba que Paloma Cuevas y Enrique Ponce estaban más lejos que nunca, el último gesto de la empresaria ha dejado claro que ella solo quiere la felicidad para el padre de sus hijas. Tal y como han desvelado en 'El Programa del verano', Paloma se habría puesto en contacto con su todavía marido hace apenas unos días.
El motivo de esta llamada no fue para echarle nada en cara, todo lo contrario. "Le llamó para desearle suerte antes de su primera corrida de toros en Osuna (Sevilla)", afirmaba Marisa Martín Blázquez resaltando la elegancia de Paloma. Se trata de una costumbre que la empresaria ha llevado a cabo a lo largo de sus 24 años de matrimonio y esta vez, a pesar de la ruptura, no iba a ser menos.
Desconocemos el contenido del resto de la conversación pero parece que entre el exmatrimonio hay más relación de la que se cree. Al margen de la exposición mediática de Enrique en la que no se corta a la hora de mostrar su amor por Ana Soria, ambos tienen un objetivo y no es otro que lograr el bienestar de las hijas que tienen en común. No sabemos como sentará este nuevo acercamiento a la joven almeriense, quien este jueves vivía un momento de gran angustia tras la cogida del diestro.
Es una realidad que Paloma no está ajena a ninguna información pero ella prefiere mantenerse al margen e intentar seguir con su día a día con total discreción. En estos momentos se encuentra disfrutando de las últimas semanas de verano en la finca 'La Cetrina' que posee en Jaén junto a sus hijas y sus padres. Será a partir del mes de septiembre cuando, con la vuelta al cole, retome su vida en Madrid.