Ha tardado pero, por fin, ha llegado uno de los momentos más esperados. Paloma Cuevas, tras vivir su verano más convulso debido a su separación de Enrique Ponce y el romance de este con Ana Soria, se encuentra en un momento difícil. Agobiada por la presión mediática y con un futuro incierto por delante, la modelo continúa centrada en el bienestar de sus hijas y de sus padres. Con semblante serio, hemos podido ver, por primera vez desde que estallase el escándalo, a Paloma saliendo del domicilio que todavía ocupa en la calle Pintor Rosales en el centro de Madrid.
El verano que nunca hubiese imaginado. La llegada de Ana Soria a la opinión pública hacía que todas las miradas se ciñesen sobre el matrimonio de Enrique Ponce y Paloma Cuevas. La pareja, una de las más estables y sólidas del panorama nacional, vivía su peor momento. Rápidamente, atajaban los rumores y afirmaban que se encontraban en trámites de separación. Desde entonces, hemos podido ver a Enrique junto a Ana en numerosas ocasiones pero ni rastro de Paloma.
La modelo, por fin, se ha dejado ver saliendo de su domicilio. Con gesto preocupado, Paloma reaparece ante la prensa siguiendo la máxima de discreción que siempre la ha caracterizado. En su propio vehículo y sin querer que las cámaras captasen su rostro, la ex de Ponce salía a toda velocidad de su domicilio. Pese a sus intenciones son instalarse en la propiedad que el matrimonio tiene en 'La Finca', Cuevas sigue residiendo todavía en la capital.