Shakira (46 años) vive uno de sus mejores momentos después de la tormenta mediática que ha vivido tras su separación de Gerard Piqué. Canciones dedicadas, reproches, los hijos de ambos de por medio, la prensa persiguiéndolos a todos lados, problemas con Hacienda... La cantante ha vivido una temporada muy tensa pero parece que ahora vuelve a empezar a sonreír gracias a un precioso homenaje que le han hecho en Barranquilla (Colombia). Y es que aunque ella no ha podido acudir a la presentación de una estatua de 6,5 metros que han hecho con su forma mientras hace su característico movimiento de cadera, la intérprete de 'Waka waka' ha tenido a los mejores representantes posibles: sus padres y algunos de sus hermanos. "Estoy muy emocionada por este homenaje a la mujer colombiana y a las barranquilleras dentro y fuera de mi tierra", ha escrito la artista junto a un vídeo en el que puede verse un resumen del bonito día que pasaron mientras mostraban esta talla dorada que ha realizado el artista Yino Marqués de la mano del alcalde la ciudad.
Muy feliz con esta estatua que le han puesto en su tierra natal, Shakira ha dejado esta tarea de estar en la presentación aa su padre; William Meberak (92 años), de origen libanés; y su madre, Nidia del Carmen Ripoll (73 años), de ascendencia catalana. Una reaparición que ha sorprendido a todos, a pesar de que la ocasión lo merecía. Y es que la última vez que vimos a los padres de la artista fue en junio de 2022 cuando su progenitor, acompañado por su mujer, salió de la clínica Teknon de Barcelona después de tener una aparatosa caída en la que sufrió un fuerte traumatismo en la cabeza. Tras aquel momento no se los volvió a ver ni hicieron ninguna aparición en redes sociales o públicamente, ni siquiera este pasado mes de abril cuando los dos se fueron a Miami para reunirse con la cantante, quien puso tierra de por medio para rehacer su vida lejos de Barcelona tras su ruptura con Piqué y empezar así de cero en Estados Unidos.
Muy delicados de salud, los progenitores de Shakira tomaron la drástica decisión de no hacer tantas apariciones públicas. Por ello solo se dejaron ver en unas breves imágenes en las que la cantante mostraba cómo estaba pasando el día de Acción de Gracias con sus seres queridos, entre los que por su puesto estaban ellos. Cuando fue dado de alta, la propia intérprete de 'La Tortura' fue la encargada de ayudar a su padre en las largas y tediosas sesiones de rehabilitación, tal y como mostró en unas imágenes que compartió en su perfil de Instagram. Y es que la ex de Piqué ha estado siempre muy pendiente de sus padres y por ello no ha dudado nunca en dedicarles todo el tiempo y los cuidados que merecen.
Emocionados con esta increíble estatua, los padres de la artista han posado junto al alcalde de la localidad y se han mostrado muy felices de que ahora la talla de su hija, colocada frente al Malecón del río Magdalena, sea un símbolo de Barranquilla. "Me hace feliz compartir esto con mis padres y en especial con mi madre en el día de su cumpleaños", ha escrito Shakira junto a unos emoticonos de corazones. Pero no solo eso, la cantante ha descrito cómo ha sido el momento, ha bromeado diciendo "¡mis padres, el alcalde y yo allí detrás vigilando!" y ha confesado que la dedicatoria que han escrito es "demasiado para su corazoncito". Y no puede ser para menos, ya que el momento ha sido muy emotivo por la presencia también de algunos de sus hermanos.
Shakira además ha confesado que está muy feliz por la placa que han instalado a los pies de la estatua. Unas palabras que no solo ensalzan la trayectoria de la cantante sino también su generosidad y preocupación constante por los más desamparados: "Un corazón que compone, unas caderas que no mienten, un talento inigualable, una voz que mueve masas y unos pies que marchan por el bien de la niñez y la humanidad". Además puede leerse también cómo se ha realizado la talla, sus materiales y lo que han querido mostrar con ella: "Escultura de Shakira fundida en bronce de 6,50 metros de alto realizando su icónica danza del vientre. El final de su falda en aluminio simboliza las olas del mar y el río. Sus brazos elevados y manos entrelazadas de forma vertical representan el alcance de la trascendencia".