De tal palo...tal astilla. Una máxima que en la mayoría de los casos se cumple. Pero si hablamos de famosos todavía más. Es muy raro el caso de 'celebrities' cuyos hijos no se vean tentados a seguir los pasos de sus progenitores, bien sean porque creen que lo tienen más fácil, porque pueden prestarles ayuda o porque desde muy pequeños se encuentran en el foco mediático.
Y es que cuando se trata de ejercer una profesión, la genética es algo a tener muy en cuenta. Sin embargo, los contactos y la posición también. No es lo mismo ser buena actriz y no conocer a nadie que nos dé un empujoncito que si somos hijos de el ganador de un Oscar. Y es que la vida es así de cruel.
Para triunfar como modelo, ser guapo, alto y tener atractivo son cualidades imprescindibles, pero si a eso le sumamos ser hijo de un actor, deportista o cantante conocido, las posibilidades de éxito suman enteros. Porque las marcas además de buscar caras bonitas y cuerpos de escándalo lo que necesitan es que sus productos se vendan y para ello no hay mejor reclamo publicitario que alguien que tenga ganado el favor del público. Y los hijos de los famosos suelen ser un cebo que genera mucho interés entre la población. Esto es algo que las marcas lo saben, y por eso son cada vez más las firmas que apuestan por los jóvenes talentos 'anónimos' y reclutan para sus campañas a los hijos de grandes personalidades del mundo del cine, de la moda, el deporte, la música o la televisión.
Estamos ante una nueva generación de modelos que se abre camino para quedarse. Son cada vez más jóvenes, saben lo que quieren, se dedican a la publicidad y están dispuestos a demostrar que son algo más que hijos de. ¿Quieres conocerles?